Ayuntamiento y Comunidad deciden el lunes si el hallazgo de la plaza de Oriente es o no muralla

EI Ayuntamiento y la Comunidad de Madrid decidirán el próximo lunes si los restos hallados en la plaza de Oriente pertenecen a no a la muralla cristiana. Una comisión integrada por técnicos de ambas instituciones se reunirá para emitir un veredicto, que, de ser positivo, modificaría las obras del aparcamiento. Pero no es todo muralla. Los arqueólogos trabajan sobre 4.000 metros cuadrados que esconden los cimientos de tres manzanas de construcciones del siglo XVH, entre las que se cuenta la Casa del Tesoro, un edificio emblemático del Madrid de los Austrias.

O muro de un huerto, como...

EI Ayuntamiento y la Comunidad de Madrid decidirán el próximo lunes si los restos hallados en la plaza de Oriente pertenecen a no a la muralla cristiana. Una comisión integrada por técnicos de ambas instituciones se reunirá para emitir un veredicto, que, de ser positivo, modificaría las obras del aparcamiento. Pero no es todo muralla. Los arqueólogos trabajan sobre 4.000 metros cuadrados que esconden los cimientos de tres manzanas de construcciones del siglo XVH, entre las que se cuenta la Casa del Tesoro, un edificio emblemático del Madrid de los Austrias.

O muro de un huerto, como sostiene el Ayuntamiento, o restos de una muralla cristiana medieval, como mantiene la Comunidad. Mientras los técnicos de ambas instituciones discuten qué han encontrado exactamente en la plaza de Oriente -el lunes se tomará la decisión definitiva sobre el carácter de las ruinas-, los arqueólogos continúan haciendo hallazgos históricos a pie de obra.Desde octubre ya han salido a la luz los restos de los cimientos, sótanos, pozos y aljibes de tres manzanas de viviendas del siglo XVII. Los más importantes son los de la Casa del Tesoro, edificio de tres plantas contiguo al alcázar, la residencia real que dejaría su sitio tras un incendio. al actual palacio de Oriente.

En la Casa del Tesoro estuvieron, durante 300 años, los pasteleros y los panaderos reales, los pintores de cámara (Velázquez vivió allí), los retretes palaciegos y los que entonces eran los funcionarios de Hacienda. José I Bonaparte, amante de los grandes espacios, derribó en la primera mitad del siglo XIX las tres manzanas y levantó la actual plaza de Oriente.

Sin planos

Santiago Camacho, arquitecto del servicio de patrimonio histórico de la Comunidad, aclara: "Nunca se han conocido con exactitud los planos de la Casa del Tesoro. En aquellos tiempos ocurría como actualmente sucede en los callejeros con los cuarteles militares: no aparecían o sus estructuras estaban modificadas por motivos de seguridad".Francisco Martín, historiador del Centro de Documentación y Estudios para la Historia de Madrid (dependiente de la Universidad Autónoma), cree que hasta que no se excave toda la zona no se podrá conocer la importancia de los hallazgos.

"De todas formas, ya se puede avanzar que son importantes los restos que están saliendo a la luz. Quizás lo mejor sea que queden integrados en la plaza", añade Martín.

Desde el otoño, un equipo formado por 15 técnicos contratados por el Ayuntamiento (arqueólogos, dibujantes y zoólogos) estudia con detenimiento cada milímetro cuadrado del subsuelo de la plaza, antes de que se horade totalmente y albergue un aparcamiento subterráneo. La extensión de las excavaciones supera los 4.000 metros cuadrados. Los expertos utilizan desde la piqueta para extraer restos hasta el ordenador para dibujar y catalogar lo encontrado.

Manuel Retuerzo, director del equipo, recuerda que hasta el momento "no ha aparecido ningún resto con valor artístico único, sino sólo con valor histórico". El arqueólogo está convencido de que entre los restos sacados a la luz no se encuentra nada de la muralla cristiana. Santiago Camacho concluye que si se constata que los trozos de muro que han aparecido hasta el momento en la plaza corresponden a la muralla cristiana, el proyecto del aparcamiento será modificado para no afectarla: "No hay que recordar que la muralla cuenta con la máxima protección".