Cartas al director

Claustro en desacuerdo

El claustro de profesores del instituto de bachillerato Arquitecto Pedro Gumiel, de Alcalá de Henares, desea manifestar su desacuerdo con el anteproyecto de ley de la participación, la evaluación y el gobierno de los centros, debido a los siguientes puntos:

1. No haberse consultado ni haberse tenido en cuenta la opinión de los claustros.



2
. Discriminar a buena parte del profesorado para ocupar el cargo de director de un centro, ya que, aparte de la antigüedad, se requiere una acreditación sujeta, en buena medida, a una valoración positiva, por parte de la ad...

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El claustro de profesores del instituto de bachillerato Arquitecto Pedro Gumiel, de Alcalá de Henares, desea manifestar su desacuerdo con el anteproyecto de ley de la participación, la evaluación y el gobierno de los centros, debido a los siguientes puntos:

1. No haberse consultado ni haberse tenido en cuenta la opinión de los claustros.

2. Discriminar a buena parte del profesorado para ocupar el cargo de director de un centro, ya que, aparte de la antigüedad, se requiere una acreditación sujeta, en buena medida, a una valoración positiva, por parte de la administración educativa, de su trabajo como docente. Otra valoración positiva, la de su labor como director, le permitirá consolidar, su complemento mientras esté en activo, aunque ya no sea director. Esto supone, de nuevo, una dependencia de valoraciones subjetivas que le convierten en fuertemente dependiente de la Administración.

3. Aumentar excesivamente las atribuciones del director con relación al resto del profesorado al poder imponer correcciones y evaluar su labor profesional, evaluación que repercutirá directamente sobre la promoción de los profesores. Esto determinará, a su vez, la dependencia de éstos con respecto al director, lo que, además, contribuirá a jerarquizar los centros.

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4. Aumentar de forma excesiva, a cinco años, su periodo de gobierno.

5. Reducir, de nuevo, las competencias de los claustros, que cada vez controlan menos la labor del director y conocen menos lo que sucede dentro y fuera del centro en temas que pueden ser fundamentales para ellos.

6. Someter al profesorado a la evaluación positiva de la Administración, y toda la comunidad educativa y unir esta valoración a la de su promoción profesional.

7. Unir la elección de centro por parte de los padres a la publicación de unos baremos de evaluación que igualan los resultados finales partiendo de grupos de alumnos que, claramente, tendrán niveles de partida desiguales.

8. Volver a un cuerpo de inspectores vitalicio y por concurso oposición, fórmula utilizada antes de los años ochenta y que, por no parecer apropiada, se ha pretendido evitar en los últimos 10 años al hacer este cuerpo temporal y por concurso de méritos-.

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