Tocar el corazón de Europa

Ayer en la reunión del Ecofin, todos los representantes de los Quince ponían cara de póker, alabando el buen funcionamiento del Sistema Monetario Europeo (SME) mientras reconocían implícitamente su debilidad.Al mal tiempo, buena cara, especialmente cuando el tiempo de ayer los mercados no estaba nublado. Esta liviana discreción de los ecofines prefigura que "si las turbulencias continúan, la crisis afectará de lleno al sistema mónetario". En efecto, expertos de primera fila consideraban ayer en Bruselas que "el Gobierno español dificilmente se resignaría, de continuar la depreciación de...

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Ayer en la reunión del Ecofin, todos los representantes de los Quince ponían cara de póker, alabando el buen funcionamiento del Sistema Monetario Europeo (SME) mientras reconocían implícitamente su debilidad.Al mal tiempo, buena cara, especialmente cuando el tiempo de ayer los mercados no estaba nublado. Esta liviana discreción de los ecofines prefigura que "si las turbulencias continúan, la crisis afectará de lleno al sistema mónetario". En efecto, expertos de primera fila consideraban ayer en Bruselas que "el Gobierno español dificilmente se resignaría, de continuar la depreciación de la peseta, a una nueva devaluación de su moneda".

Sólo cabría entonces, en teoría, una salida: la salida de la peseta del Sistema Monetario Europeo. Pero tras los zarandeos recibidos por el sistema, la salida de la moneda española supondría ponerlo realmente patas arriba. Porque, en ese caso, orientaría toda la oleada especulativa que ahora soporta la peseta hacia el franco francés. Y trastabillear el franco ya no es tocar a una moneda periférica del Sistema Monetario Europeo, sino tocar el corazón de la Europa monetaria.

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