FIN DE UNA HUIDA

El instituto armado, sin ánimo de fiesta

El director general de la Guardia Civil, Ferran Cardenal, no estuvo en las primeras filas en la conferencia de prensa del ministro Belloch. Las continuas felicitaciones del ministro a la Policía por la detención de Roldán no han sentado demasiado bien a los altos mandos de la Guardia Civil. Entre los generales se comentó la ausencia de protagonismo de un Cardenal "sentado entre el público", según comentó ácidamente uno de los asistentes.Muchos guardias, con mando y sin mando, tenían ayer sentimientos contradictorios: alegría por la detención de un hombre que ha dañado gravemente el prestigio d...

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El director general de la Guardia Civil, Ferran Cardenal, no estuvo en las primeras filas en la conferencia de prensa del ministro Belloch. Las continuas felicitaciones del ministro a la Policía por la detención de Roldán no han sentado demasiado bien a los altos mandos de la Guardia Civil. Entre los generales se comentó la ausencia de protagonismo de un Cardenal "sentado entre el público", según comentó ácidamente uno de los asistentes.Muchos guardias, con mando y sin mando, tenían ayer sentimientos contradictorios: alegría por la detención de un hombre que ha dañado gravemente el prestigio del cuerpo, y tristeza por la ausencia de reconocimiento al esfuerzo que también ha hecho la Guardia Civil para detener a su ex director general. Pero del mal, el menos. "Me hubiera sentido inútil, ineficaz, si hubiera aparecido en España" aseguraba ayer un alto mando de la Guardia Civil, "pero nosotros trabajamos en España y hemos trabajado, sumando esfuerzos, no duplicándolos".

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Con menos diplomacia, algunos oficiales del instituto armado achacaban la marginación de la labor de la Guardia Civil a la poca presencia de ánimo de sus superiores, que "no se hacen valer" según afirmaba rotundo uno de ellos.

En general, el anuncio de la detención de Roldán se vivió sin estridencias. "Ahora tendremos más tiempo y medios para otros servicios" aseguraba un oficial. "La fotografía de Roldán con un guardia civil al lado hubiera sido rizar el rizo", apostillaba otro. La Guardia Civil estuvo en la fiesta, sí, pero como ausente, como con el ánimo fugado.

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