El 'español' del EZLN

Una llamada telefónica, a las ocho de la tarde del pasado miércoles, avisó a la familia de Vicente Elorriaga, un industrial español afincado en México, de que nadie había ido a recoger a su nieto a la guardería. Tras trasladarse a por el niño, de tan sólo un año de edad, los abuelos se dirigieron a la casa de su hijo, Jorge Javier Elorriaga Berdegué, un arqueólogo que se pasa más tiempo en las excavaciones mayas de Chiapas que en el Distrito Federal. Tampoco estaba su esposa.Lo que encontraron fue la casa tomada por la policía, que la había dejado patas arriba. En el interior no vieron ni a J...

Una llamada telefónica, a las ocho de la tarde del pasado miércoles, avisó a la familia de Vicente Elorriaga, un industrial español afincado en México, de que nadie había ido a recoger a su nieto a la guardería. Tras trasladarse a por el niño, de tan sólo un año de edad, los abuelos se dirigieron a la casa de su hijo, Jorge Javier Elorriaga Berdegué, un arqueólogo que se pasa más tiempo en las excavaciones mayas de Chiapas que en el Distrito Federal. Tampoco estaba su esposa.Lo que encontraron fue la casa tomada por la policía, que la había dejado patas arriba. En el interior no vieron ni a Jorge Javier ni a María Gloria Benavides, su nuera, a la que todo el mundo conoce familiarmente como Elisa. Hasta el día siguiente no se enteraron que su hijo y su nuera, detenida el día anterior, eran miembros activos del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), siempre según la versión facilitada por el Gobierno mexicano. Jorge Javier Elorriaga Vicente "Fue detenido ayer en la zona de Chiapas", según anunció ayer el procurador general de la República, Antonio Lozano.

Ni Jorge Javier ni Elisa habían levantado nunca sospechas entre los que los conocían de que perteneciesen a movimiento armado alguno. Nadie sospechaba que este joven que estudió en el Colegio de Madrid, junto a los hijos de muchos refugiados políticos españoles, era uno de los correligionarios del subcomandante Marcos.

Elisa, por su parte, era una colaboradora conocida de Organizaciones No Gubernamentales vinculadas a los movimientos cristianos de base. Para muchos fue una sopresa oír su nombre, pronunciado en televisión por el presidente Ernesto Zedillo, precedido por el rango de subcomandante. La madre de Jorge Javier forma parte de una familia de refugiados españoles, mientras que el padre, Vicente Elorriaga, es un industrial de la emigración. Los abuelos maternos del ahora perseguido, que se llamaban Jorge Berdegué y Ana Aznar, encontraron en México un lugar donde rehacer su vida lejos de la persecución franquista.

Los padres de Jorge Javier regentaron durante años el hotel Elcano de Acapulco. Después de bregar con viajeros durante muchos años se retiraron y se trasladaron a vivir en la Ciudad de México.