Las 12.000 plazas universitarias que precisa Madrid irán a la zona sur

Las nuevas facultades de Madrid crecerán en el sur. El Gobierno de Joaquín Leguina ya consiguió hace seis años imponer su voluntad de llevar la Universidad a esa zona de la región y abrió sucursales en Getafe, en los reformados edificios del antiguo cuartel de artillería RACA-13. Hoy rehabilita otro cuartel, el Saboya, de Leganés, para incorporar nuevas aulas universitarias el próximo curso. Ahora, tras descubrir que faltan 12.000 plazas, el Ejecutivo madrileño ha proyectado levantar nuevos centros en esta zona, donde reside el mayor número de jóvenes de toda la región.

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Las nuevas facultades de Madrid crecerán en el sur. El Gobierno de Joaquín Leguina ya consiguió hace seis años imponer su voluntad de llevar la Universidad a esa zona de la región y abrió sucursales en Getafe, en los reformados edificios del antiguo cuartel de artillería RACA-13. Hoy rehabilita otro cuartel, el Saboya, de Leganés, para incorporar nuevas aulas universitarias el próximo curso. Ahora, tras descubrir que faltan 12.000 plazas, el Ejecutivo madrileño ha proyectado levantar nuevos centros en esta zona, donde reside el mayor número de jóvenes de toda la región.

La Universidad pública madrileña, con un déficit de 12.000 plazas, según concluye un estudio de la Consejería de Educación, se extenderá por los municipios del sur para atender la demanda insatisfecha. A la Universidad Carlos III, creada en 1989 con los campus de Getafe (en funcionamiento) y Leganés (en construcción), le crecerán apéndices en Alcorcón, Fuenlabrada y Móstoles, donde se abrirán nuevas aulas. Los municipios de El Escorial y Aranjuez también inaugurarán pequeños centros universitarios.El Gobierno socialista madrileño, que preside Joaquín Leguina, ha aprobado su plan universitario para los próximos 10 años, donde se establece la construcción de estas nuevas facultades en el sur. Educación ha elegido esta zona por ser la que reúne el mayor número de jóvenes de toda la región.

Las cinco universidades públicas y las tres privadas que funcionan en la Comunidad de Madrid acogen actualmente a 287.000 alumnos. Algunas facultades sufren problemas de saturación. Con las 12.000 nuevas plazas, el Gobierno regional prevé resolver el déficit actual. Sin embargo, la caída de los índices de natalidad a partir de mediados de los setenta motivará en el próximo decenio un descenso de universitarios. Dentro de 10 años habrá en Madrid 90.000 jóvenes menos.

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Leguina extiende la Universidad por el sur

La quinta universidad de Madrid, bautizada Carlos III, nació en el sur. Hoy funciona en Getafe (14.000 habitantes) y el próximo año abrirá más aulas y facultades en Leganés (178.000).Pese a la irrupción de nuevas instalaciones privadas, como el complejo Alfonso X El Sabio, en Villanueva de la Cañada (6.000 habitantes) y el incremento de plazas, la región todavía registra una demanda insatisfecha de 12.000 plazas, según concluye el estudio de la Dirección Regional de Universidades. Los centros privados acogen actualmente a 12.000 estudiantes y, según las proyecciones de la Comunidad, podrán matricular dentro de 10 años a 37.000 alumnos. "Los privados no pueden atender la demanda satisfecha y nosotros seguimos apostando por la universidad pública para resolver este problema", afirma Jordi Monserrat, director regional de Universidades.

El curso pasado se matricularon en las universidades madrileñas 287.000 alumnos, lo que supone 5.700 estudiantes por cada 100.000 habitantes, un promedio superior al registrado en Estados Unidos (5.600), que es el país de mayor extensión universitaria.

Para eliminar la demanda insatisfecha, el Gobierno del socialista Joaquín Leguina ha optado por levantar nuevos centros universitarios en el triángulo formado por Móstoles (199.000 habitantes), Alcorcón (142.000) y Fuenlabrada (165.000), y dependencias menores en dos municipios de raigambre cultural: El Escorial (8.700) y Aranjuez (38.000).

Algunos de los centros planificados en el sur dependerán de la Universidad Carlos III, mientras el resto estarán adscritos a la Universidad Politécnica. La Consejería de Educación pretende que el Consejo Universitario, organismo que se creará tras la aprobación del proyecto de ley de coordinación universitaria, ya enviado a la Asamblea regional, decida sobre la organización y gestión de las nuevas facultades.

El Ejecutivo madrileño planea consolidar así el gran sur universitario, y avanzan dos razones para justificar su decisión: "Se trata de la zona más poblada de jóvenes de la Comunidad y refuerza nuestra apuesta política, de reequilibro territorial", señala Jaime Lissavetzky, consejero de Educación y Cultura.

En el próximo decenio irá disminuyendo la demanda universitaria porque desde mediados de los años setenta los índices de natalidad caen todos los años. A partir de ahora llegarán hasta las puertas de la universidad menos jóvenes cada curso. En el año 2004 habrá en Madrid 180.000 Jóvenes, 90.000 menos que en 1994.

Descongestionar la oferta

Los dirigentes educativos consideran que la creación de 12.000 plazas permitirá absorber la demanda insatisfecha descubierta actualmente y descongestionar la oferta. "Con este plan, fomentamos la calidad en las universidades madrileñas", señala Lissavetzky.

El nuevo proyecto educativo será remitido a la Asamblea de Madrid para que los grupos parlamentarios de la oposición IU y PP) puedan estudiarlo, discutirlo y votarlo, anuncian los dirigentes socialistas.

"Buscamos el mayor consenso posible y queremos encontrarlo antes de que finalice la legislatura [en abril próximo]", explica el consejero de Educación. Antes de esa fecha, los socialistas esperan resolver sus diferencias con el Ministerio de Hacienda para recibir definitivamente las competencias sobre la gestión de las universidades sin ocasionar un agujero en las finanzas regionales.

La Consejería de Educación y Cultura ha pensado desarrollar su programa universitario a través de un plan de inversiones que alcanza los 82.000 millones de gasto en los próximos 10 años. La Comunidad de Madrid acometerá obras de mejora en las viejas universidades y reformará el acuartelamiento de Vicálvaro, donde ubicó el centro de estudios universitarios Ramón Carande. Los nuevos centros de El Escorial y Aranjuez, según Lissavetzky, abrirán sus puertas en edificios históricos. Las aulas de la zona sur se abrirán en edificios de nueva construcción.

Antes de abordar las necesidades futuras, Lissavetzky ha negociado un programa de mejoras con los rectores de las universidades madrileñas ya consolidadas (Complutense, Autónoma, Politécnica y Alcalá), y un plan de expansión con los gestores de los centros más jóvenes (Carlos III y Ramón Carande, de Vicálvaro) para garantizar nuevas plazas.

La universidad madrileña más bisoña es la Carlos III (fundada en 1989), y a continuación, la Politécnica (1971). La Autónoma cumple ya 26 años, mientras la histórica Complutense celebró hace dos años su séptimo centenario. La Universidad de Alcalá de Henares fue creada en 1977.

Fin de siglo de periodistas y abogados

Los universitarios de fin de siglo quieren ser abogados o periodistas. La especialidad que más aficionados tiene es Derecho. El curso pasado eligieron esta carrera como primera opción 6.326 personas que tuvieron que competir por 6.075 plazas. Los interesados en Ciencias de la Información (con las especialidades de Periodismo, Publicidad e Imagen) fueron 5.898. Aquí, sin embargo, se produce mayor grado de frustración, pues tiene muchas menos plazas (2.184) en relación con las peticiones de ingreso.La titulación con más porcentaje de rechazados fue Fisioterapia, donde el curso pasado 1.259 estudiantes pugnaron por 50 plazas. A continuación le siguen Enfermería (2.353 peticionarios para 696 plazas) y Medicina (1.905 para 638).

El área de Humanidades (Bellas Artes, Biblioteconomía, etcétera) la menos atractiva en función de su demanda, pues tan sólo cubre el 50% de la oferta existente. Sus plazas se ocupan en gran parte con alumnos rechazados en otras enseñanzas.

Las ciencias jurídicas y sociales presentan desequilibrios importantes. Por un lado, las Ciencias Económicas registran más solicitudes que plazas existen. Las especialidades jurídicas se sitúan con urja alta demanda en primera opción que supera levemente la oferta.

En ciencias exactas y naturales no aparecen problemas de capacidad. Hay más plazas que estudiantes interesados en la Química, la Biología o la Geología. Mientras, se consolida una mínima demanda insatisfecha en Físicas y Matemáticas.

Las Ciencias de la Salud, con una oferta de 3.000 plazas, producen la insatisfacción de sus demandantes. Medicina, por ejemplo, presenta una demanda tres veces superior a las matrículas existentes.

Ingeniería y Tecnología albergan las carreras más solicitadas. Las solicitudes superan generalmente a las plazas existentes en todas las titulaciones (Arquitectura, Ingeniería Industrial, Ingeniería Superior Aeronáutica, Imagen y Sonido, Informática, Ingeniería de Minas o Ingeniería Agrícola).

El 86,6% de los licenciados está ocupado. Los estudiantes de Humanidades lo tienen más difícil que el resto. El 20% de los licenciados se encuentra en paro, mientras que los titulados en ciencias médicas y de la salud tan sólo registran un 6,88% de desempleados. Los de ciencias exactas y naturales presentan un 18,6% de desempleados.

Las titulaciones con menos problemas de colocación son la Fisioterapia y la Enfermería. Los licenciados con menos posibilidades de encontrar trabajo son los de Bellas Artes y Biblioteconomía, según los estudios de la Consejería de Educación.

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