Tumores musculares

El virus Epstein-Barr, ya vinculado a cánceres como el linfoma de Burkitt y el carcinoma nasofaríngeo, puede también jugar un papel importante en la formación de tumores musculares en jóvenes con sida o en aquéllos que han sufrido trasplantes. En dos estudios estadounidenses publicados en The New England Journal of Medicine se asegura haber encontrado trazas de este virus en tumores musculares, en niños cuyo sistema inmune ha sido suprimido tras un trasplante de hígado. Los tumores brotaron de células mutadas en el músculo liso que rodea los vasos sanguineos y los tejidos del intestino,...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

El virus Epstein-Barr, ya vinculado a cánceres como el linfoma de Burkitt y el carcinoma nasofaríngeo, puede también jugar un papel importante en la formación de tumores musculares en jóvenes con sida o en aquéllos que han sufrido trasplantes. En dos estudios estadounidenses publicados en The New England Journal of Medicine se asegura haber encontrado trazas de este virus en tumores musculares, en niños cuyo sistema inmune ha sido suprimido tras un trasplante de hígado. Los tumores brotaron de células mutadas en el músculo liso que rodea los vasos sanguineos y los tejidos del intestino, las cuales tenían signos de estar infectadas con el virus.

Archivado En