Israelíes y palestinos crean un 'teléfono rojo" para evitar incidentes en Gaza

La comandancia israelí de Erez y el puesto policial palestino en Gaza, separados por un kilómetro, estarán unidos a partir de ahora por un teléfono rojo, una línea directa, que permitirá evitar incidentes y malentendidos como los del lunes, que costaron la vida a tres policías palestinos, o del miércoles, cuando dos civiles palestinos resultaron heridos a tiros por militares israelíes que a su vez repelían la agresión, de unos desconocidos, presuntamente miembros del movimiento islamista radical Hamás, opuestos al diálogo con Israel.Si la tensión en Gaza tiende a disminuir en Cisjordani...

La comandancia israelí de Erez y el puesto policial palestino en Gaza, separados por un kilómetro, estarán unidos a partir de ahora por un teléfono rojo, una línea directa, que permitirá evitar incidentes y malentendidos como los del lunes, que costaron la vida a tres policías palestinos, o del miércoles, cuando dos civiles palestinos resultaron heridos a tiros por militares israelíes que a su vez repelían la agresión, de unos desconocidos, presuntamente miembros del movimiento islamista radical Hamás, opuestos al diálogo con Israel.Si la tensión en Gaza tiende a disminuir en Cisjordania, donde el miércoles murieron cuatro activistas del Frente Popular para la Liberación de Palestina, crece. Una colona judía perdió la vida y su acompañante resultó herido ayer en un tiroteo cerca de Ramala, a 12 kilómetros del asentamiento judío de Hallamish, cuando unos desconocidos abrieron fuego contra su automóvil. No hay reivindicación, pero la policía israelí cree que este atentado es una represalia directa por los sucesos del miércoles, que ocurrieron también en las proximidades de Ramala. En el vehículo tiroteado iban además dos niños judíos que resultaron milagrosamente ilesos dificultades

Mientras, las di para el primer ministro Isaac Rabin se acumulan. Éste reconoció ayer que prepara una remodelación en el Gobierno con el fin de recuperar la iniciativa y asegurarse la supervivencia política hasta las elecciones, previstas para 1996.

Los últimos sondeos de opinión son demoledores. Si las elecciones se celebrasen hoy, los nacionalistas del Likud-opuestos a las negociaciones de paz con la OLP, o la retirada israelí de los territorios ocupados- lograrían 42 escaños (contra los 32 actuales) mientras que los laboristas obtendrían 36 (frente a los 44 actuales).