ESPACIO: OBSERVACIÓN DE LA TIERRA

El satélite ERS-1 mide el efecto global del fenómeno El Niño

El satélite europeo de observación de la Tierra ERS-1 ha hecho la cobertura completa, en tiempo real, del fenómeno oceanográfico El Niño. Con la información aportada y los modelos climáticos, los investigadores pueden ahora empezar a predecir con año y medio de anticipación este fenómeno identificado, primero en el Perú, pero que influye en todo el planeta.

El Niño llega todos los años, a finales de diciembre, a las costas peruanas, cuando las corrientes oceánicas desplazan las habituales aguas frías ricas en nutrientes afectando a las pesquerías. Pero el fenómeno también se deja se...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

El satélite europeo de observación de la Tierra ERS-1 ha hecho la cobertura completa, en tiempo real, del fenómeno oceanográfico El Niño. Con la información aportada y los modelos climáticos, los investigadores pueden ahora empezar a predecir con año y medio de anticipación este fenómeno identificado, primero en el Perú, pero que influye en todo el planeta.

El Niño llega todos los años, a finales de diciembre, a las costas peruanas, cuando las corrientes oceánicas desplazan las habituales aguas frías ricas en nutrientes afectando a las pesquerías. Pero el fenómeno también se deja sentir en tierra, ya que normalmente va acompañado de lluvias. Algunos años, El Niño es especialmente pronunciado y las precipitaciones son más abundantes de lo normal, como en 1982-83, cuando se produjo la anomalía considerada más intensa del siglo.

Más información

Lejos de ser regional, El Niño influye al otro lado del Pacífico, en la India y en el sureste asiático, con una dura ausencia de lluvias durante la estación de los monzones. "La oscilación del sur [transferencia de presiones implicada en los monzones], responsable de los años de sequía en la India y de abundancia en Perú, es igualmente responsable de periodos secos en zonas de Estados Unidos y en Australia, así como de otras irregularidades del tiempo global", explica Klaus Hasselmann, director del instituto Max Plank de Meteorología, en Hamburgo (Alemania).

Además de su cobertura global, ERSA añade datos imprescindibles acerca de las capas superficiales del mar -en constante intercambio de energía con la atmósfera- a la información convencional de temperatura, presión atmosférica y dirección de los vientos. Con su radar altímetro se miden con gran precisión cambios en el nivel del mar que hasta ahora sólo se podían abarcar muy parcialmente con detectores instalados en las costas.

Viento y agua

Como indica David T. Llewellyn-Jones, de la Universidad de Leicester (Reino Unido), su instrumental es particularmente adecuado para las tareas de medición de los datos del viento y del agua simultáneamente. "El avanzado sistema de radar a bordo de este satélite permite una observación continua de las áreas de océano que abarca, registrando los datos requeridos para determinar la velocidad del viento y su dirección, al mismo tiempo que analiza las corrientes ascendente oceánicas. Un segundo instrumento escanea la superficie, proporcionando detallada información de la temperatura de grandes áreas de agua, con una precisión de 0,5 grados". El satélite, de la Agencia Europea del Espacio (ESA), fue puesto en órbita, polar a 780 kilómetros, de altura en 1991 y poco después empezó a vigilar El Niño.Los científicos centran parte de su investigación en los efectos a largo plazo del muy intenso El Niño ocurrido entre los años 1982-83. Al parecer, existe una conexión entre aquel fenómeno y el aumento de las temperaturas registradas 10 años después en el norte del Pacífico. La pregunta que se hacen ahora los climatólogos es si estas anomalías desencadenarán, a su vez, un El Niño especialmente intenso, y cómo. Ellos esperan poder responderla con la ayuda, en gran medida, de los datos que tomará el ERS-2, un nuevo satélite con instrumentación de tecnología avanzada que la ESA lanzará el año próximo, durante el periodo 1995-1998.

Archivado En