La sanción contra ocho diputados 'eurorrebeldes' deja a Major al borde de la minoría parlamentaria

Muchos piensan que ha sido peor el remedio que la enfermedad. Y que la decisión del primer ministro británico, John Major, de dejar en el exilio político a los ocho parlamentarios conservadores que el lunes se abstuvieron en la votación sobre el presupuesto europeo, acabará por ser fatal para un Gobierno que verá drásticamente menguada la estrecha mayoría de 14 diputados de la, que dispone en el Parlamento de Westminster.

De momento, un noveno eurorebelde, Richard Body, ha asegurado que se sumará a los ocho proscritos, y el Gobierno de Major puede perder un décimo parlamentario s...

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Muchos piensan que ha sido peor el remedio que la enfermedad. Y que la decisión del primer ministro británico, John Major, de dejar en el exilio político a los ocho parlamentarios conservadores que el lunes se abstuvieron en la votación sobre el presupuesto europeo, acabará por ser fatal para un Gobierno que verá drásticamente menguada la estrecha mayoría de 14 diputados de la, que dispone en el Parlamento de Westminster.

De momento, un noveno eurorebelde, Richard Body, ha asegurado que se sumará a los ocho proscritos, y el Gobierno de Major puede perder un décimo parlamentario si no consigue triunfar en una próxima elección parcial para sustituir a un diputado recientemente fallecido.El éxito en la votación de la noche del lunes, en la que el Gobierno consiguió derrotar por 27 votos la moción laborista que pretendía paralizar la nueva ley sobre la contribución del Reino Unido al presupuesto de la Unión Europea, no ha traído sino nuevos dolores de cabeza para Major, con un curso político repleto de delicados proyectos legislativos.

Pese a que muchos analistas políticos consideran que la mayoría real del Gobierno conservador es, precisamente, la que se vio reflejada en esa votación ganada por 27 votos -que incluye a varios parlamentarios del Ulster- una sombra de incertidumbre pesa sobre el futuro del partido tory. De momento, es todavía una incógnita saber cómo se comportarán los parlamentarios exilados en los futuros debates de la Cámara de los Comunes. Algunos, como Teresa Gorman, han declarado ya que seguirán apoyando con su voto a un partido del que se sienten parte, más allá de la sanción que les excluye de sus filas parlamentarias. Otros, como Tony Marlowe, han señalado que la medida tomada por la. dirección conservadora ha creado, de hecho, un nuevo partido de los tories.

El presidente conservador, Jeremy Hanley, intentó quitar hierro a lo ocurrido, insistiendo en que el primer, ministro cuenta con el abrumador apoyo de las masas conservadoras. Con relación al riesgo que plantea la perdida de ocho o nueve parlamentarios, Hanley señaló: "Creo que es inconcebible pensar que quienes fueron elegidos en las últimas elecciones dentro de una plataforma conservadora pueden ahora alinearse con la oposición".

Lo cierto es que la decisión de Major alterará también considerablemente el balance de fuerzas en el seno de los comités legislativos. Y no sólo eso, queda ahora por ver qué pasará en la votación que someterá la semana próxima en la Cámara de los Comunes el nuevo aumento del IVA en el gasóleo doméstico, anunciada ayer por el ministro de Hacienda en su lectura del presupuesto para 1995. Lo que sí parece haber logrado Major es que la amenaza que pesaba sobre su liderazgo, caso de que los grupos rebeldes encontraran las 34 firmas requeridas antes del mediodía de hoy, se difumine considerablemente. Ninguno de los sancionados tiene ahora autoridad dentro del partido como para apoyar una moción de censura interna contra el líder.

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