Alfredo Sáenz volverá a la antigua central del banco y venderá el inmueble de la actual, en Castellana, 7

El actual equipo gestor de Banesto, presidido por Alfredo Sáenz, ha decidido volver al edificio de Alcalá, 14, primera sede central del banco, y dejar la de Castellana, 7. A su vez, el banco ha puesto en venta este edificio, que ha sido el punto neurálgico del banco durante las últimas décadas a excepción de los tres últimos años de Conde. La venta se hará, en cualquier caso, cuando el sector inmobiliario se recupere y entre en un ciclo ascendente.La decisión adoptada por Banesto forma parte del proceso de racionalización iniciado por el banco tras la adquisición por parte del Santander. Un pr...

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El actual equipo gestor de Banesto, presidido por Alfredo Sáenz, ha decidido volver al edificio de Alcalá, 14, primera sede central del banco, y dejar la de Castellana, 7. A su vez, el banco ha puesto en venta este edificio, que ha sido el punto neurálgico del banco durante las últimas décadas a excepción de los tres últimos años de Conde. La venta se hará, en cualquier caso, cuando el sector inmobiliario se recupere y entre en un ciclo ascendente.La decisión adoptada por Banesto forma parte del proceso de racionalización iniciado por el banco tras la adquisición por parte del Santander. Un proceso que comprende la venta de las participaciones industriales y en empresas de servicios y en el que también se han introducido las propiedades inmobiliarias. Los inmuebles, entre ellos la sede de Castellana, fueron vendidos por el anterior equipo gestor al empresario balear Pedro Pueyo -propietario del grupo Oasis- dentro de la sociedad Gescam. El banco los acaba de recuperar, tras firmar un pacto con Pueyo. Gracias a esta operación -recibió inmuebles y varias propiedades hoteleras-, el banco consiguió enjugar el quebranto con el grupo Pueyo en 34.000 millones de pesetas, quedándose en 46.000 millones.

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Cuando llegue a Alcalá, 14, Alfredo Sáenz podrá utilizar el ascensor expreso que su antecesor en el cargo mandó construir para que le llevara directamente hasta la planta de su despacho. Ése fue uno de los encargos específicos que Mario Conde ordenó a Spengler. La obra se hizo a pesar de que debía atravesar las cajas de seguridad del banco.

[Por otra parte, ayer el ministro de Economía y Hacienda, Pedro Solbes, se interesó por la situación en el Banco Totta e Açores portugués, en el que Banesto tiene una participación próxima al 50%, durante la cumbre que España y Portugal celebran durante este fin de semana en Oporto].

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