El ministro francés de Cooperación figura en un sumario sobre corrupción

Un nuevo ministro francés, Michel Roussin, a cargo de la cartera de Cooperación, aparece en un sumario sobre presunta corrupción política. Y esta vez la investigación judicial roza a los dos grandes candidatos conservadores a la presidencia, Jacques Chirac y Édouard Balladur. Roussin fue jefe de gabinete de Chirac en la alcaldía de París hasta el año pasado, cuando se convirtió en uno de los ministros más fervientemente balladuristas. Varios testigos le acusan de haber recibido maletines de dinero de Jean Claude Méry, un promotor inmobiliario encarcelado en octubre.

Eric Halphen, un jo...

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Un nuevo ministro francés, Michel Roussin, a cargo de la cartera de Cooperación, aparece en un sumario sobre presunta corrupción política. Y esta vez la investigación judicial roza a los dos grandes candidatos conservadores a la presidencia, Jacques Chirac y Édouard Balladur. Roussin fue jefe de gabinete de Chirac en la alcaldía de París hasta el año pasado, cuando se convirtió en uno de los ministros más fervientemente balladuristas. Varios testigos le acusan de haber recibido maletines de dinero de Jean Claude Méry, un promotor inmobiliario encarcelado en octubre.

Eric Halphen, un joven juez del suburbio parisino de Créteil, empezó investigando un asunto de facturas falsas. Poco a poco, las pistas fueron apuntando hacia el Ayuntamiento de París y a una presunta financiación ilegal de la Reagrupación para la República (RPR), el partido gaullista que preside Chirac y en el que milita el primer ministro Balladur. La detención de Méry permitió examinar sus agendas, y en la de 1992 se encontró varias veces el nombre de Michel Roussin o las iniciales M. R., unidos siempre a una cifra. A la sazón, Roussin era jefe del gabinete del alcalde Chirac.El chófer de Méry declaró que las cifras consignadas en la agenda, que sumaban 440.000, significaban los francos que el empresario entregaba personalmente a Roussin, en su despacho de la alcaldía de París, dentro de un maletín de piel de cocodrilo (unos once millones de pesetas). La secretaria de Méry, que había redactado todas las anotaciones en las agendas, confirmó esta versión.

Se descubrió además que el sueldo de la secretaria no era pagado por su jefe, sino por la sociedad S A Techni, beneficiaria de numerosos contratos públicos para la instalación y mantenimiento de las calefacciones en centros escolares parisinos. La deducción fue automática: como en casi todos los anteriores casos de corrupción, parecía obvio que una institución política, en este caso el Ayuntamiento de París, concedía contratos a empresas a cambio de dinero para un partido o para el disfrute particular de un cargo público.

Roussin estaba ayer en Biarritz, donde se celebraba una cumbre franco-africana, y no quiso hacer comentarios. En el entorno de Chirac, ya oficialmente candidato, a la presidencia, se acusó a los partidarios de Balladur de "orientar" las investigaciones judiciales hacia la alcaldía de París.

El diario satírico y de investigación Le Canard Enchainé anuncia en la edición que aparece hoy que Roussin será convocado en los próximos días por el juez Halphe, y afirma que el procesamiento "es ya inevitable". Dos ministros han sido encausados en los últimos cuatro meses, y uno de ellos, el alcalde de Grenoble, Adaín Carignon, está en la cárcel. Otros tres, sin contar a Roussin, aparecen en sumarios.

Balladur y el socialista Jacques Delors recogieron ayer el guante lanzado el viernes por Chirac, con el anuncio oficial de su candidatura a la presidencia. Ambos lo hicieron a su manera, sin comprometerse. Balladur hizo anunciar a uno de sus diputados fieles que el primer ministro se presentaría a unas hipotéticas elecciones primarias para elegir al candidato único de la derecha. Delors, a su vez, publicó un libro de reflexiones del que podía extraerse el esquema de su futuro programa electoral. Un portavoz de Balladur señaló que el diputado Patrick Balkany hablaba "a título personal", pero no negó el creciente afecto con que el primer ministro contempla la idea de unas primarias.

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La izquierda no tiene aún candidato, aunque es notorio que sólo el presidente de la Comisión Europea, Delors, puede serlo con posibilidades de victoria.

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