Las sonrisas de Rabin a Hussein

Cada día son más los que se preguntan por qué el primer ministro israelí, Isaac Rabin, es todo sonrisas para el rey Hussein de Jordania y puro ceño fruncido hacia el líder de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), Yasir Arafat. Informaciones sin confirmar afirman que Rabin y Hussein se conocen desde hace tiempo y que, de no haber sido por el temor del monarca hachemí a provocar una rebelión en su país y a convertirse en el paria del mundo árabe, éste hace ya muchos años que habría firmado la paz con Israel.

Literalmente trazado sobre el mapa de Oriente Próximo por Wi...

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Cada día son más los que se preguntan por qué el primer ministro israelí, Isaac Rabin, es todo sonrisas para el rey Hussein de Jordania y puro ceño fruncido hacia el líder de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), Yasir Arafat. Informaciones sin confirmar afirman que Rabin y Hussein se conocen desde hace tiempo y que, de no haber sido por el temor del monarca hachemí a provocar una rebelión en su país y a convertirse en el paria del mundo árabe, éste hace ya muchos años que habría firmado la paz con Israel.

Literalmente trazado sobre el mapa de Oriente Próximo por Winston Churchill en 1922, el reino hachemí fue considerado por numerosos árabes, empezando por sirios y palestinos, como una "creación artificial del imperialismo británico". Los líderes sirios, incluido el actual presidente Hafez el Asad, han considerado siempre que Jordania no tenía derecho a una existencia independiente, sino que formaba parte de la histórica gran Siria, que comprendía la Siria de hoy, Líbano, Palestina y Jordania.

"Creación artificial"

El nacimiento de Israel en 1948 era también a los ojos de los árabes otra "creación artificial del imperialismo occidental" lo que, sin duda, contribuyó a acercar a los dos países. Pero sobre todo fue que Ben Gurion y el rey Abdalá se pusieron de acuerdo en 1949, sobre la partición de lo que quedaba de Palestina. Al anexionarse Cisjordania, el reino transjordano de Abdalá se convirtió en Jordania y fue entonces cuando se estableció la paz de facto entre Israel y Jordania. Esta paz sobrevivió a todas las crisis entre los dos países, incluida la guerra de 1967 y la guerra del Golfo.Además, Jordania se sentía amenazada por las pretensiones sirias y por, la OLP, mientras se apoyaba en los palestinos residentes en el reino y que suman dos tercios de la población del país. Así cuando los. tanques sirios enfilaron hacia Irbid, en el norte de Jordania, Israel envió una columna blindada hacia el Norte y frenó su avance.

En cuanto a Palestina, Jordania e Israel tenían el interés común de preservar el statu quo e impedir las aspiraciones palestinas de independencia. Esta alianza -tácita contra el movimiento nacional palestino fue aún más reforzada por los trágicos acontecimientos del Septiembre Negro (1972), cuando un error de cálculo de Arafat llevó a Hussein a aplastar las unidades de la OLP en Jordania. La derrota de la OLP fue seguida de una caza sangrienta al palestino, a manos de las unidades beduinas fieles al rey.

La decisión de Rabin de confiar la tutela de los lugares sagrados del islam en Jerusalén a Hussein busca asegurar el reconocimiento del soberano hachemí, crear un nuevo antagonismo entre Hussein y Arafat y reforzar el papel de árbitro de Israel.

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