Malas actitudes
El día 4 de octubre llegué con un retraso no recuperable a la hora de incorporarme a mi puesto de trabajo. La empresa me sancionará económicamente: son así de rígidas. Sin embargo, la causa indirecta es achacable al conductor del vehículo matrícula M-4671-JT de la línea periférica 287 (San Fernando-Moratalaz), quien, al entregarle 1.000 pesetas para abonarle el importe del trayecto, se negó a devolverme el cambio -reteniéndome, en principio, el billete-, aduciendo que no tenía obligación de facilitármelo. Finalmente accedió, no sin que los pasajeros sufriéramos la actitud del empleado de un se...
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El día 4 de octubre llegué con un retraso no recuperable a la hora de incorporarme a mi puesto de trabajo. La empresa me sancionará económicamente: son así de rígidas. Sin embargo, la causa indirecta es achacable al conductor del vehículo matrícula M-4671-JT de la línea periférica 287 (San Fernando-Moratalaz), quien, al entregarle 1.000 pesetas para abonarle el importe del trayecto, se negó a devolverme el cambio -reteniéndome, en principio, el billete-, aduciendo que no tenía obligación de facilitármelo. Finalmente accedió, no sin que los pasajeros sufriéramos la actitud del empleado de un servicio público. Como sé que esta situación es frecuente, quisiera sugerir que, de una vez por todas, los trabajadores gocemos de un trato adecuádo de los organismos públicos y de sus empleados.
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