ALARMA EN EL GOLFO

Irak anuncia para mañana "una nueva postura que ponga las cosas en su sitio"

La Embajada de Irak en Madrid remitió ayer un comunicado a EL PAÍS en el que denuncia el embargo que pesa sobre su país, que causa graves penurias alimentarias y médicas a la población. El texto asegura que, "ante tales realidades", el régimen se prepara para estudiar "una nueva postura que ponga las cosas en su sitio" que permita "sacar al pueblo de Irak del bache al que fue empujado". La nota indica que Irak se ha dado de plazo hasta mañana "para ver el cariz que toman las cosas".

El ministro de Información y Cultura iraquí, Hamed Hammadi, confirmó ayer los movimientos de tropas en el...

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La Embajada de Irak en Madrid remitió ayer un comunicado a EL PAÍS en el que denuncia el embargo que pesa sobre su país, que causa graves penurias alimentarias y médicas a la población. El texto asegura que, "ante tales realidades", el régimen se prepara para estudiar "una nueva postura que ponga las cosas en su sitio" que permita "sacar al pueblo de Irak del bache al que fue empujado". La nota indica que Irak se ha dado de plazo hasta mañana "para ver el cariz que toman las cosas".

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El ministro de Información y Cultura iraquí, Hamed Hammadi, confirmó ayer los movimientos de tropas en el sur del país. "Las informaciones de algunos medios occidentales que indican que las fuerzas iraquíes más próximas a Kuwait están a más de 20 kilómetros son correctas", declaró Hammadi a Radio Montecarlo, pero insistió en que Irak tiene derecho a desplazar sus unidades militares dentro de su territorio y aseguró que las informaciones estadounidense que denuncian él avance de tropas hacia Kuwait son "falsas".Un responsable del gobierno kurdo iraquí alimentó la tensión al declarar ayer que el régimen de Bagdad también ha desplazado tropas hacia la ciudad de Zajo, en el norte del país. El gobierno , kurdo establecido en el norte de Irak después de la Guerra del Golfo se reunió con urgencia en Erbil, la capital del Kurdistán iraquí, con representantes de dos organizaciones kurdas y miembros de la oposición iraquí al régimen de Sadam Husein para "adoptar las medidas de precaución necesarias", según indicó un portavoz.

A pesar del ruido de sables, el régimen iraquí había anunciado poco antes desde Bagdad que no quiere la guerra o el enfrentamiento militar con Estados Unidos, pero a renglón seguido amenazó con poner fin a su cooperación con las Naciones Unidas si el embargo petrolífero impuesto desde el fin de la guerra del Golfo en febrero de 1991 no es levantado.

La actitud del régimen de Bagdad no es sino un esfuerzo por darle el mayor dramatismo posible a las demandas iraquíes para suavizar el penoso bloqueo que estrangula la economía iraquí y por ende, a todos los sectores de la sociedad iraquí, según los observadores. El Ministro de Comercio denunció el embargo en una conferencia de prensa en la que mostró de forma elocuente las reducidas raciones de que dispone la población para subsistir.

Mientras naves de guerra estadounidenses y británicas navegaban hacia la cabecera del golfo Pérsico, en Bagdad lo que había era intención de resucitar el ambiente de crisis para culpar a la comunidad internacional de su "incondicional servidumbre" a los designios de Estados Unidos. Pero, a juicio de los observadores, el ataque multinacional contra Irak no se va a repetir. Sadam Husein ha aprendido a calibrar los peligros de tal aventura y, muy debilitado tras el contundente golpe de la Operación Tormenta del Desierto de hace tres años, difícilmente puede hallar bríos para una empresa tan grandiosa. Aparte de las declaraciones de grupos palestinos con base en Damasco, que consideraban dudoso un nuevo enfrentamiento con Washington, no se registraron manifestaciones de apoyo a Bagdad, sino todo locontrario.

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Tensión en los países árabes

Los países árabes siguen con gran preocupación la movilización militar iraquí y desde ayer mantienen intensos contactos diplomáticos para hacer frente a la situación, informa Efe. Tras conocerse el viernes el avance iraquí, el presidente egipcio, Hosni Mubarak, se puso en contacto telefónico con el emir de Kuwait, Yaber Al Ahmad Al Sabaj, y con el rey Fahd, de Arabia Saudí, t)ara analizar la situación.

El ministro egipcio de Exteriores, Amr Musa, también mantuvo contactos con su colega kuwaití, Sabaj Al Ahmed Al Sabaj, y con el secretario de la Liga Árabe,Esmat Abdul Maguid. El ministro kuwaití pidió a Musa la reunión urgente de los ministros de Exteriores de la Declaración de Damasco (los seis del Consejo de Cooperación del Golfo más Siria y Egipto), firmada en marzo de 1991, tras la liberación de Kuwait. Esta declaración contempla el despliegue de tropas egipcias y sirias en la región del golfo Pérsico para garantizar la seguridad. Egipto ha prometido pleno apoyo a Kuwait y ha urgido a los líderes iraquíes a impedir cualquier acción que pueda conducir a incrementar la tensión. Damasco también pidió a Itak que detenga rápidamente la escalada militar.

En Jordania, el único país árabe que simpatizó con la invasión iraquí de Kuwait en agosto de 1990, la prensa progubernamental indicaba ayer que la movilización de tropas iraquíes es una muestra de la desesperación de Bagdad.

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