La polícia descarta el uso de explosivos en el estallido del Tianamen

Ni rastro de explosivos. Los estudios de los especialistas de la policía no han descubierto restos de este tipo de material -como Goma 2 o dinamita- entre los escombros del restaurante chino Tiananmen, que saltó por los aires en la madrugada del pasado 5 de septiembre. Esta conclusión pericial ensombrece aún más un caso que se ha movido desde su inicio en las sombras.La policía ha visto detrás del estallido, que hirió de extrema gravedad al gerente del local, Wang Ping Su, de 31 años, la mano de la mafia china. El restaurante, según esta hipótesis, habría sido objeto de un atentado por su nega...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

Ni rastro de explosivos. Los estudios de los especialistas de la policía no han descubierto restos de este tipo de material -como Goma 2 o dinamita- entre los escombros del restaurante chino Tiananmen, que saltó por los aires en la madrugada del pasado 5 de septiembre. Esta conclusión pericial ensombrece aún más un caso que se ha movido desde su inicio en las sombras.La policía ha visto detrás del estallido, que hirió de extrema gravedad al gerente del local, Wang Ping Su, de 31 años, la mano de la mafia china. El restaurante, según esta hipótesis, habría sido objeto de un atentado por su negativa a pagar el dinero que le exigía para su protección una banda perteneciente al sindicato del crimen oriental.

La forma en que se produjo la explosión se erigió, desde esta perspectiva, en una de las claves que la investigación perseguía desentrañar. Ahora, descartado ya el uso de explosivos -la hipótesis que desde un principio los agentes consideraron más endeble-, la policía mantiene dos posibilidades: que se trató de una bomba incendiaria -así lo induce a pensar el voraz incendio que siguió a los estallidos-, o que las conducciones de gas y electricidad fueron manipuladas de forma que al desconectar Wang Ping Su la alarma se produjo un cortocircuito que desató la explosión.

Muerte a puñaladas

La idea de que la deflagración se originó por accidente, aunque nunca ha sido oficialmente descartada, se enfrenta al propio pasado del restaurante. En mayo de 1993, un cliente murió a manos de siete matones chinos que trataban de chantajear a Wang Ping Su. La víctima recibió dos puñaladas -en cuello y pecho- por intentar calmar los ánimos de los sicarios, que habían reducido a un vigilante jurado y golpeado a la hija del gerente del local.

Entre los agresores se encontraba Li-So Ming, quien un año antes había participado, supuestamente, en el secuestro de un niño cuyos padres poseían un restaurante chino en Getafe.

Estos datos y el hallazgo de 30 pasaportes falsificados en el sótano del Tiananmen abonan la interpretación de que la deflagración se debió a un ajuste de cuentas mafioso. La reconstrucción de los pasos de Miang Ping Su en la noche del estallido muestran que la supuesta bomba incendiaria o la manipulación del gas se tuvieron que efectuar entre las 23.30 del domingo -momento en el que Ping abandonó el local- y la 1.35, cuando desconectó la alarma y se desató la explosión.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Los testimonios que hablan de disparos y de un oriental que se dio a la fuga no han sido corroborados por los investigadores.

Wang Ping Su, de 31 años, sufrió quemaduras en el 90% de su cuerpo. Ingresado el hospital La Paz, su estado es crítico. Su mujer y sus dos hijos han preferido guardar silencio.

Sobre la firma

Archivado En