España mantiene una baja competitividad por la debilidad de su economía y de sus finanzas

España continúa ofreciendo un bajo nivel de competitividad, según el informe elaborado por el World Economic Forum que sitúa a nuestro país en un modesto puesto 250 en una lista de 41 naciones. Considerando sólo los países de la OCDE, España ha subido un peldaño en 1994 -ha superado a Portugal-, pero se mantiene en el pelotón de cola con el puesto 18º. Los factores que más reflejan esta escasa competitividad son la continua pérdida de fuerza de la economía interna y las deficiencias en la libertad de gestión y en el desarrollo administrativo. También son serios obstáculos la inestabilidad soci...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

España continúa ofreciendo un bajo nivel de competitividad, según el informe elaborado por el World Economic Forum que sitúa a nuestro país en un modesto puesto 250 en una lista de 41 naciones. Considerando sólo los países de la OCDE, España ha subido un peldaño en 1994 -ha superado a Portugal-, pero se mantiene en el pelotón de cola con el puesto 18º. Los factores que más reflejan esta escasa competitividad son la continua pérdida de fuerza de la economía interna y las deficiencias en la libertad de gestión y en el desarrollo administrativo. También son serios obstáculos la inestabilidad social, la política fiscal, la escasez de disponibilidades financieras y el alto grado de crimininaliad

De los ocho factores considerados en la elaboración de este informe, que cuentan con diferentes variables cada uno, los que más deterioro han sufrido en España desde 1991 son la evolución económica interna, las infraestructuras y la capacidad científica y técnica, que ha perdido cuatro puntos. Prácticamente invariables permanecen la capacidad de administración de empresas, la participación en los mercados comerciales internacionales y en los flujos de inversiones, los servicios financieros y la capacitación de los recursos humanos, muy por detrás de la media de la OCDE.En primera posición emerge de la recesión económica mundial Estados Unidos, gracias, principalmente, a su economía interna, relegando a Japón -que en los últimos ocho años había ocupado este lugar de honor- al tercer puesto detrás de Singapur. Afectado duramente por la recesión y por la creciente desconfianza del electorado en su sistema político, Japón sólo conserva de sus buenos años la supremacía administrativa y tecnológica.

Generación más pobre

El profesor del Stepliane Garelli, director del informe, advierte de las insuficiencias del crecimiento económico como factor determinante para crear empleo. Garelli considera necesario seguir con la apertura de los mercados aunque reconoce los serios desafíos que ello conlleva. Pronostica que "la mayor parte de los trabajadores de Europa y probablemente también de los Estados Unidos verán reducidos sus ingresos en la década de los noventa". Añade que si esta tendencia se mantiene, Europa y Estados Unidos verán pronto la primera generación de trabajadores después de la guerra que tendrá el dudoso privilegio de decir "nosotros somos más pobres que nuestros padres".

En esta 14 edición se presentan, por primera vez, los países industrializados y los que están en vías de desarrollo en el mismo bloque, lo que permite hacer una comparación más objetiva. También por primera vez Argentina, China, Colombia, la República Checa, Filipinas, Polonia y Rusia son sometidos a estudio, aunque Rusia y China no aparecen clasificados. En la cola están Brasil, Hungría, Venezuela y Polonia. Y la gran sorpresa la depara Italia, que aparece en el puesto 32, por detrás de Turquía e Indonesia.

El informe refleja la tendencia al alza de los denominados dragones asiáticos. Además de Singapur, que ocupa el segundo lugar, Hong Kong, Malasia y Taiwan se sitúan en los puestos 4, 17 y 18 de la tabla, respectivamente. Tampoco los países latinoamericanos que han emprendido reformas económicas -Argentina, Chile, Colombia y México, principalmente- van a la zaga. En el futuro, cuando dichas medidas empiecen a dar sus frutos, habrá que tenerlos en cuenta. Chile ha escalado ya hasta el puesto 22. "La vitalidad de estos países supone un desafío real a la competitividad de las economías industriales tradicionales", dice el informe. Esta amenaza es mayor si se tiene en cuenta la brecha importante que existe en el precio de la mano de obra. En Estados Unidos y en Europa se paga cuatro y cinco veces más que en Asia.

Efectuado por el World Economic Forum que cada año reúne en Davos (Suiza) a la flor y nata de la economía mundial, con datos de las organizaciones internacionales y las respuestas a las 129 preguntas de un cuestionario enviado a 16.500 ejecutivos de todo el mundo, este informe constituye una obra de referencia para los inversores extranjeros y les puede servir de ayuda para predecir de qué manera las economías mundiales más competitivas se adaptarán a las nuevas normas.

Tensiones comerciales

En la competitividad -"habilidad de un país o compañía para generar mayor riqueza que sus competidores en los mercados mundiales"- entran en juego la combinación de ocho factores: la evolución global de la economía interna a nivel macro; la participación de un país en el comercio internacional y en los flujos de inversiones; las políticas orientadas a la competitividad del Gobierno; los resultados en los mercados de capital y la calidad de los servicios financieros; la administración de las empresas -innovación, rentabilidad y responsabilidad-; la capacidad científica y tecnológica, unida al éxito de la investigación básica y aplicada; y la disponibilidad y capacitación de los recursos humanos.

El esfuerzo económico que están haciendo los países, especialmente los asiáticos y los latinoamericanos predice un futuro altamente competitivo, en el que sólo los mejores van a sobrevivir. Tampoco la conclusión de la Ronda Uruguay va a regar de pétalos de rosa el camino. Para el asesor del World Economic Forum, Claude Smadja, a pesar de la feliz conclusión de la Ronda Uruguay, "se ha creado el escenario para que se incrementen las fricciones y las tensiones en el comercio mundial".

Archivado En