Una mujer abandona a su hijo en la clínica donde dio a luz

Fátima Mali, de nacionalidad marroquí, de 33 años, llegó el pasado sábado a la sede del equipo quirúrgico de la calle de Montesa con dolores de parto y sin ningún papel que acreditara su permiso de residencia en España. Esa misma tarde dio a luz a un niño y al día siguiente lo abandonó. Sus compañeras de habitación cuentan que el domingo Fátima les dijo por señas, ya que la mujer apenas chapurrea el español, que iba a llamar por teléfono. No regresó. Su hijo recién nacido será trasladado en breve a un centro de acogida de la Comunidad de Madrid. Las señas que ha dejado Fátima de su casa en Mad...

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Fátima Mali, de nacionalidad marroquí, de 33 años, llegó el pasado sábado a la sede del equipo quirúrgico de la calle de Montesa con dolores de parto y sin ningún papel que acreditara su permiso de residencia en España. Esa misma tarde dio a luz a un niño y al día siguiente lo abandonó. Sus compañeras de habitación cuentan que el domingo Fátima les dijo por señas, ya que la mujer apenas chapurrea el español, que iba a llamar por teléfono. No regresó. Su hijo recién nacido será trasladado en breve a un centro de acogida de la Comunidad de Madrid. Las señas que ha dejado Fátima de su casa en Madrid son falsas, según fuentes de la investigación. Tampoco se ha comprobado si el nombre que dio es el auténtico.Fátima Mali acudió sola y ya de parto al centro sanitario de la calle de Montesa, que depende del área de Sanidad del Ayuntamiento de Madrid. "Nunca antes había venido por aquí a que le pasáramos consulta", explica Manuel Fernández Guisasola, director del centro. Todo marchó sin complicaciones: el niño y ella estaban muy bien. La mujer recibió el domingo la visita de dos amigas marroquíes con quienes charló unos minutos. Ellas se marcharon y al rato Fátima hizo lo mismo.

El equipo quirúrgico de la calle de Montesa asiste gratuitamente a entre 40 y 50 partos al mes. En 90% de las madres lo constituye inmigrantes ilegales. Acuden allí porque al paciente extranjero no le hacen las preguntas que no quiere contestar, aquellas referentes a permiso de residencia, de trabajo o incluso nacionalidad. Según afirma Manuel Fernández, entre la población inmigrante ilegal se corre la voz de los sitios donde les pueden atender en caso de enfermedad o parto. Es el caso del equipo quirúrgico de Montesa. Otras veces son los asistentes sociales del Ayuntamiento los que envían a los inmigrantes al centro sanitario.

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