Berlusconi explica hoy su plan para deslindar intereses públicos y privados

El presidente del Gobierno italiano, Silvio Berlusconi, inicia hoy en el Parlamento un vía crucis de tres días, durante el que tendrá que explicar, y sobre todo vender, el plan que ha preparado para superar el conflicto de intereses entre su cargo público y su imperio privado. Además, tendrá que volver a tocar la patata caliente de la justicia, tras la derrota sufrida hace unos días al tener que retirar el decreto de excarcelación de los corruptos. Ambas cuestiones han dividido a la coalición gubernamental, puesto a dura prueba la estabilidad del Ejecutivo y provocado la a...

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El presidente del Gobierno italiano, Silvio Berlusconi, inicia hoy en el Parlamento un vía crucis de tres días, durante el que tendrá que explicar, y sobre todo vender, el plan que ha preparado para superar el conflicto de intereses entre su cargo público y su imperio privado. Además, tendrá que volver a tocar la patata caliente de la justicia, tras la derrota sufrida hace unos días al tener que retirar el decreto de excarcelación de los corruptos. Ambas cuestiones han dividido a la coalición gubernamental, puesto a dura prueba la estabilidad del Ejecutivo y provocado la alarma del presidente de la República.La batalla no se presenta fácil y pilla a las tropas de la mayoría gubernamental divididas y enfrentadas. Ante la declaración del líder de la Liga Norte, Umberto Bossi, de que el plan de Berlusconi "no se tiene en pie" ha intervenido Gianfranco Fini, el secretario del otro socio, Alianza Nacional, acusando a Bossi de barrer para fuera de casa al asegurar que ''parece que trabaja para el rey de Prusia". Algo no muy distinto a la más controlada alusión del propio Berlusconi a que "hay quien está remando en contra". Fin¡ no echa el capote gratis y propone que el Parlamento resuelva la cuestión.

Divisiones en el Gobierno

Un Parlamento en el que para encontrar votos contrarios a la postura ambigua y privilegiada del primer ministro y patrón de Fininvest no hace falta ir a los bancos de la oposición ni buscar exclusivamente en los de la Liga. Umberto Bossi ha elaborado un contraplan al de Berlusconi y ha anunciado batalla sobre las normas antimonopolio porque, al igual que le sucede a la oposición, no cree que el primer ministro piense verdaderamente en divorciarse de su imperio, sino más bien en mantener la tan italiana figura del separado en casa, que no abandona el domicilio, aunque realiza salidas de cara a la galería.Que Berlusconi no está precisamente en su mejor momento ni político ni jurídico con los jueces, a los que vitupera continuamente, poniendo cerco a Fininvest, es algo en lo que coincide toda la clase política. El ministro del Interior, el liguista Roberto Maroni, que amenazó con dimitir ante el frustrado decreto de excarcelación de los corruptos y que había dicho el domingo que la situación del Ejecutivo puede recomponerse, pasó ayer al contraataque tras las diatribas de Fini contra Bossi: "SI el presidente hace una propuesta y la pacta previamente, me parece bien. Si no lo hace así y luego estoy en desacuerdo. con ella, se lo digo. No sé por qué no debería hacerlo".

Los grupos de la oposición llegan también divididos al debate parlamentario que se inicia esta noche. Tras el congreso del Partido Popular Italiano (PPI) que ha hecho secretario al filósofo y asesor del papa. Rocco Buttiglione, partidario del guiño, al Gobierno, habrá que ver cómo se comporta esta formación.

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