Atienza califica el apresamiento francés de "control ordinario"

Luis Atienza, ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, calificó ayer de "control ordinario, más allá de las interpretaciones que se puedan realizar en estos momentos", el apresamiento por parte de la Armada francesa del pesquero de Ondárroa Francisco y Begoña. "Corresponde a las autoridades francesas vigilar el cumplimiento de la legislación de pesca en sus propias aguas", añadió. Según la información difundida por el ministerio francés de Agricultura, el pesquero español fue interceptado en la zona económica exclusiva, es decir, en las 200 millas de aguas comunitarias abiertas a ...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

Luis Atienza, ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, calificó ayer de "control ordinario, más allá de las interpretaciones que se puedan realizar en estos momentos", el apresamiento por parte de la Armada francesa del pesquero de Ondárroa Francisco y Begoña. "Corresponde a las autoridades francesas vigilar el cumplimiento de la legislación de pesca en sus propias aguas", añadió. Según la información difundida por el ministerio francés de Agricultura, el pesquero español fue interceptado en la zona económica exclusiva, es decir, en las 200 millas de aguas comunitarias abiertas a todos los pescadores de la UE.Atienza matizó que no le parecía positivo entrar en "una escalada de comportamientos de carácter arbitrario para hacer cumplir la reglamentación comunitaria", informa José Reinoso.

Más información

El viceconsejero de Pesca del Gobierno vasco, José Ignacio Espel, comentó, en ese sentido, que "no es inhabitual" que se produzcan "controles periódicos" sobre los barcos de pesca de altura, informa Aurora Intxausti. Sí lo es, en cambio, que su apresamiento se difunda como noticia urgente por la agencia France Presse. Precisamente en la madrugada de ayer, dos pesqueros con base en el puerto de Las Palmas de Gran Canaria fueron apresados por patrulleras marroquíes y trasladados al puerto de Villa Cisneros acusados de no tener los permisos necesarios para faenar en los caladeros marroquíes.

El ministro Atienza -que había convocado a la prensa para hablar de los incendios- también se refirió a la decisión de la flota bonitera del Cantábrico de mantener los barcos amarrados y no salir a faenar hasta que se garantice el cumplimiento de la norma comunitaria sobre redes a la deriva.Pérdidas del amarre

6.000 familias se verán afectadas directamente por este paro y otras 30.000, indirectamente. La interrupción de esta marea, la segunda en lo que va de campaña bonitera (que dura de junio a octubre), puede costar una media de 300.000 pesetas diarias a cada uno de los 400 barcos que forman la flota atunera española. Cada marea perdida supone unas pérdidas de seis a diez millones por barco, a dividir entre 10 y 16 tripulantes.

En opinión de Atienza, el acuerdo logrado con Francia garantiza el máximo respeto de la legislación europea.Los inspectores comunitarios podrán ordenar a la Administración que confisque las redes e impida al barco seguir faenando, dijo.

Archivado En