Estados Unidos busca aliados para invadir Haití

Decidido el presidente norteamericano, Bill Clinton, a "poner fin" al régimen militar en Haití, Estados Unidos evalúa los riesgos de una intervención en ese país y busca las alianzas necesarias, tanto en el interior como en el extranjero, para llevar a cabo una invasión en las mejores condiciones posibles. La expulsión del centenar de asesores de las Naciones Unidas y la Organización de Estados Americanos (OEA) que trabajaban en Haití en la vigilancia de los derechos humanos ha precipitado la opción militar para resolver la crisis en el maltratado pais caribeño.

En Berlín, donde, ayer c...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

Decidido el presidente norteamericano, Bill Clinton, a "poner fin" al régimen militar en Haití, Estados Unidos evalúa los riesgos de una intervención en ese país y busca las alianzas necesarias, tanto en el interior como en el extranjero, para llevar a cabo una invasión en las mejores condiciones posibles. La expulsión del centenar de asesores de las Naciones Unidas y la Organización de Estados Americanos (OEA) que trabajaban en Haití en la vigilancia de los derechos humanos ha precipitado la opción militar para resolver la crisis en el maltratado pais caribeño.

En Berlín, donde, ayer concluyó su viaje a Europa, Clinton afirmó que la decisión de los gobernantes haitianos "revalida la posición de que [la intervención militar] es una opción que no puede ser descartada". En Nueva York, los cuatro países que integran el grupo de amigos de Haití (Estados Unidos, Francia, Canadá y Venezuela) firmaron en la noche del lunes un comunicado en el que exponen la necesidad de "una acción rápida y decisiva" para acabar con el régimen de facto encabezado por el general Raoul Cédras.En Washingtorn, el emisario especial para asuntos haitianos de la Administración norteamericana, William Gray, advirtió ayer que cualquier daño infligido a los observadores internacionales, a los que se ha ordenado abandonar Haití hoy mismo, sería "un trágico error por parte de la dictadura militar". Las Naciones. Unidas anunciaron ayer la retirada de su personal destacado en Haití.

Al mismo tiempo que se exteriorizan esas advertencias, una flotilla de cuatro barcos con 2.000 marines a bordo y helicópteros de combate, toma posiciones frente a las costas haitianas para hacer frente a cualquier eventualidad. Otros 2.000 rangers (fuerza de élite) han realizado en las últimas semanas maniobras preparatorias para la ocupación de los puntos neurálgicos de la capital haitiana. La situación está, por lo tanto, perfectamente dibujada para una acción militar.

Faltan, sin embargo, algunas condiciones. políticas y estratégicas para que la invasión sea inevitable. En primer lugar, la Administración aún no dispone de respaldo suficiente en el Congreso. Aparte del sector más izquierdista del Partido Demócrata, especialmente el grupo de parlamentarios negros, que defiende ansiosamente la necesidad de una intervención inmediata,. el resto de los congresistas, que tienen que someterse a elecciones el próximo mes de noviembre, observan con recelo una invasión que puede empantanar a Estados Unidos en una crisis sin solución.

La oposición republicana se opone de forma tajante a la opción militar. "Hay que. desterrar la. idea de que invadir Haití facilitaría la democracia en Haití. Una invasión nos convertiría a nosotros en el Gobierno y en los opresores", manifestó ayer el influyente senador republicano Richard Lugar. Una de las ideas que se manejan es la de ordenar la invasión en agosto, cuando el Congreso está de vacaciones, para evitar así que los parlamentarios tengan que pronunciarse.

Por otro lado, aunque Clinton ha dicho en varias ocasiones que en Haití están en juego intereses vitales de Estados Unidos, la Administración no ha sido hasta ahora capaz de definir con claridad cuáles son esos intereses, fuera del problema del éxodo de haitianos.

Conocer lo que pasa fuera, es entender lo que pasará dentro, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

Como tercer aspecto sin resolver todavía está el del respaldo internacional. El Gobierno norteamericano ha sostenido anteriormente que no llevará a cabo una acción en Haití sin contar con el apoyo de los países de la región. Bill Clinton dijo ayer al respecto: "Los países de América Latina quieren, obviamente, que colaboremos con ellos. Quieren que cualquier acción unilateral de Estados Unidos se produzca sólo como última opción". El apoyo latinoamericano era incierto hasta el lunes, pero, según fuentes diplomáticas, ha crecido tras la expulsión de los observadores internacionales.

Archivado En