Cómo eludir impuestos con empresas interpuestas

La pregunta básica que se hace la comisión Rubio es cómo se canalizó la venta de las acciones de Sistemas AF después de que Urbiplaner se deshiciera de su tercio. Las colocó Traya, y nadie más, los días 6, 7 y 14 de noviembre de 1986. Lo hizo por un importe total de 1.090 millones, al precio de adquisición, y antes de que cotizaran en Bolsa, según la información de que dispone Hacienda.¿Quiénes fueron los compradores? Los libros oficiales de agente de cambio y bolsa de Manuel de la Concha muestran que éste, a través de una empresa denominada Teresa, invirtió 162 millones en comprar acci...

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La pregunta básica que se hace la comisión Rubio es cómo se canalizó la venta de las acciones de Sistemas AF después de que Urbiplaner se deshiciera de su tercio. Las colocó Traya, y nadie más, los días 6, 7 y 14 de noviembre de 1986. Lo hizo por un importe total de 1.090 millones, al precio de adquisición, y antes de que cotizaran en Bolsa, según la información de que dispone Hacienda.¿Quiénes fueron los compradores? Los libros oficiales de agente de cambio y bolsa de Manuel de la Concha muestran que éste, a través de una empresa denominada Teresa, invirtió 162 millones en comprar acciones de Sistemas AF. Jaime Soto, a través de Firena, invirtió 218 millones y obtuvo antes de finales de ese año 461 por la venta de acciones de Sistemas AF. Pilar Moreno, titular formal de Scipio, invirtió 43,5 millones y obtuvo, también en menos de dos meses, casi 79.

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Por último, el broker inglés Singer and Fried Lander compró acciones por valor de 668 millones. Hacienda no sabe si este intermediario vendió antes de finales de 1986, ya que en su informe no consta este dato, pero la mayor parte de las ventas que se realizaron una vez que Sistemas AF empezó a cotizar en Bolsa, a finales de diciembre de 1986, lo fueron por la firma inglesa, que, parece obvio para distintos expertos, aparcó durante un tiempo muy escaso aproximadamente un tercio de las acciones de Sistemas AF. "Siempre pensé que una parte de las acciones se habían vendido a través de sociedades en el exterior para eludir el pago de impuestos", señalaba hace unas semanas una persona que tuvo conocimiento parcial de la operación inicial en aquel año.

La operación fue redonda. Con algo más de un tercio de las acciones se pagó lo que había costado la compra de la sociedad. El resto que se obtuvo -en un mes al menos fueron 500 millones de pesetas- fueron ganancias netas.

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