Estados Unidos despacha a Haití un grupo anfibio para reforzar el bloqueo

Estados Unidos enviará esta misma semana a Haití un grupo anfibio con cuatro barcos, helicópteros de asalto y más de 2.000 marines, según anunció ayer el Pentágono, en medio del peor momento del drama humano y la crisis política que sacuden a ese país del Caribe. Al mismo tiempo, en un intento de cortar el masivo éxodo de haitianos de los últimos días, el Gobierno norteamericano advirtió ayer que aquellas personas que sean recogidas en el mar no serán enviadas ya a Estados Unidos, sino a terceros países de la región.

Un portavoz del Departamento de Defensa informó que los marines a bord...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

Estados Unidos enviará esta misma semana a Haití un grupo anfibio con cuatro barcos, helicópteros de asalto y más de 2.000 marines, según anunció ayer el Pentágono, en medio del peor momento del drama humano y la crisis política que sacuden a ese país del Caribe. Al mismo tiempo, en un intento de cortar el masivo éxodo de haitianos de los últimos días, el Gobierno norteamericano advirtió ayer que aquellas personas que sean recogidas en el mar no serán enviadas ya a Estados Unidos, sino a terceros países de la región.

Un portavoz del Departamento de Defensa informó que los marines a bordo de la expedición militar pertenecen al cuartel de Camp Lejeune, en Carolina del Norte, una de las unidades que se mencionó en el pasado como posible fuente de suministro de fuerzas para una acción militar en Haití.Las tropas que saldrán en los próximos días tienen medios para desembarcar en el territorio haitiano y, según el Pentágono, "están capacitadas para evacuar personal norteamericano y otros extranjeros, si fuera necesario". Aunque oficialmente la misión de estas fuerzas es la de vigilar el cumplimiento del bloqueo impuesto desde hace varias semanas por Estados Unidos y la ONU, se trata del gesto más agresivo desde el punto de vista militar desde que se desató la crisis por la negativa del hombre fuerte de Haití, el general Raoul Cédras, a abandonar el poder.

El endurecimiento de la posición de Estados Unidos se produce como consecuencia del incontenible aumento de la emigración haitiana en la última semana. El éxodo ha sido estimulado por la política más flexible adoptada al respecto por el presidente Bill Clinton. Más de 6.000 personas han sido rescatadas de las aguas por las patrulleras de EE UU en los últimos diez días.

Para tratar de hacer frente a esta situación, el responsable de la política norteamericana en Haití, William Gray, anunció ayer que los haitianos que intenten abandonar su país ilegalmente por mar no tendrán posibilidades de llegar a Estados Unidos. Gray dijo que esas personas tampoco serán devueltas a su país, como se hacía anteriormente, sino que se les buscará albergue en Panamá y, posteriormente, en otras naciones del Caribe.

De esta manera, el Gobierno norteamericano intenta disuadir a los miles de ciudadanos haitianos que prefieren afrontar el peligroso reto de la huída a permanecer en su maltratado país. El lunes pasado, en un sólo día, más de 3.000 personas se lanzaron al mar en precarias embarcaciones con las que apenas tienen posibilidades de navegar unas millas.

A lo largo del día de ayer, las autoridades norteamericanos informaron del rescate de cerca de 700 personas. Entre 100 y 150 boat people murieron ahogados en el fin de semana, según super-, vivientes, al hundirse las embarcaciones en las que intentaban huir de su país. Cerca de la costa de Haití, los que intentan escapar son recogidos por barcos de EE UU, donde se lleva a cabo una breve investigación para separar a aquellos que son considerados verdaderos refugiados políticos de los que sólo son refugiados económicos. Estos últimos son devueltos a su país.

Conocer lo que pasa fuera, es entender lo que pasará dentro, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

La probabilidad de una intervención militar norteamericana para conseguir la vuelta a la democracia crece en la misma medida en que los haitianos insisten en su huída. Más de 50.000 personas han abandonado su país desde que Aristide fue derrocado en 1991, y cerca de 15.000 han huído en lo que va de año. Washington ha requerido a Aristide que pida a su pueblo que se quede en Haití, pero éste se ha negado a hacerlo. El actual presidente haitiano, Emile Jonassaint, apoyado por los militares, ha afirmado que este éxodo está "financiado por sectores nacionales como un pretexto para una intervención militar".

Archivado En