El marido de la ex secretaria de Cano trabajó en Maketa como empleado

Gustavo Martín, el marido de la ex secretaria del consejero de Cooperación de la Comunidad de Madrid, Virgilio Cano, trabajó sólo tres años en la empresa de comunicación Maketa -adjudicataria de 15 contratos de este departamento desde 1988 hasta 1993-, pero únicamente como empleado. Martín no fue accionista ni propietario de Maketa, como erróneamente se daba a entender el domingo en una información de EL PAÍS.Martín fue contratado por Maketa en marzo de 1988, cuando esta empresa ya había firmado contratos con la consejería, según fuentes de la empresa, y pidió la baja el 1 de abril de 1990. De...

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Gustavo Martín, el marido de la ex secretaria del consejero de Cooperación de la Comunidad de Madrid, Virgilio Cano, trabajó sólo tres años en la empresa de comunicación Maketa -adjudicataria de 15 contratos de este departamento desde 1988 hasta 1993-, pero únicamente como empleado. Martín no fue accionista ni propietario de Maketa, como erróneamente se daba a entender el domingo en una información de EL PAÍS.Martín fue contratado por Maketa en marzo de 1988, cuando esta empresa ya había firmado contratos con la consejería, según fuentes de la empresa, y pidió la baja el 1 de abril de 1990. Después de esa fecha, Cooperación firmó, al menos, otros seis contratos con Maketa.

Durante el tiempo en que Gustavo Martín trabajó como empleado en Maketa esta empresa resultó beneficiada con un total de nueve contratos con la Consejería de Cooperación por valor de 44.406.800 pesetas, según los expedientes obtenidos por el PP durante su reciente visita a la consejería.

Desde 1988 y hasta 1993, Maketa ha facturado 278.616.948 pesetas por sus trabajos para Cooperación. Fuentes de la empresa negaron que esas retribuciones tengan que ver con el hecho de que Gustavo Martín fuese el marido de Carmen Pérez, secretaria varios años de Virgilio Cano, ni con ningún tipo de "vinculaciones políticas".

Maketa, según el acta de su constitución ante el registro de sociedades mercantiles, es propiedad en su 98% de Alfredo de Juan. El 2% restante de sus acciones se reparte entre su esposa y su suegro.

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