IV CUMBRE IBEROAMERICANA

Atentados con bomba contra las dos principales emisoras de radio colombianas

En un país como Colombia, azotado en algunas de sus zonas más remotas por la guerrilla, era de esperar que ésta se manifestase. Ayer de madrugada fueron volados los repetidores en Cartagena de las dos cadenas de radio privadas más importantes del país, Radio Caracol y RCN, pero anoche ningún grupo armado había reivindicado la acción.A pesar del dispositivo de seguridad en toda la ciudad, algunos hombres armados lograron llegar hasta el cerro de La Popa, en el centro de la aglomeración urbana, y dinamitaron las torres de RCN. La segunda operación, se desarrolló a dos kilómetros del casco urbano...

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En un país como Colombia, azotado en algunas de sus zonas más remotas por la guerrilla, era de esperar que ésta se manifestase. Ayer de madrugada fueron volados los repetidores en Cartagena de las dos cadenas de radio privadas más importantes del país, Radio Caracol y RCN, pero anoche ningún grupo armado había reivindicado la acción.A pesar del dispositivo de seguridad en toda la ciudad, algunos hombres armados lograron llegar hasta el cerro de La Popa, en el centro de la aglomeración urbana, y dinamitaron las torres de RCN. La segunda operación, se desarrolló a dos kilómetros del casco urbano, donde saltó por los aires el repetidor de Radio Caracol.

El gobernador de la provincia de Bolívar, Carlos Mendivil, no relacionó los atentados con la cumbre sino que los vinculó con un intento de la guerrilla de perturbar el desarrollo de la segunda vuelta de las elecciones presidenciales, el próximo domingo, en la zona norte del país. El despliegue de las fuerzas de seguridad en esta ciudad caribeña es, aparentemente, impresionante. Entre policías y soldados hay unos 4.757 colombianos encargados de custodiar a los 20 jefes de Estado y dos jefes de Gobierno que- asisten a la reunión, a los que hay que sumar las escoltas de los mandatarios.

Pero como en otros muchos lugares del Tercer Mundo, la seguridad es más aparente que real. En los accesos al Centro de Congresos no hay, por ejemplo, ningún aparato de rayos que permita averiguar qué es lo que llevan los bultos y la revisión es manual y más bien escasa. A determinadas horas se relaja y es prácticamente inexistente. Bajo el pretexto de acudir a las oficinas de Avianca, la línea aérea colombiana, casi cualquiera puede entrar en la parte más custodiada del recinto en que se reunen los mandatarios. "A cualquier responsable de seguridad de una cumbre comunitaria lo que se hace aquí le pondría los pelos de punta", comenta un experto español en la materia.

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