Tribuna:

El acuerdo del Dr. Fausto

Cuando el Dr Fausto obtuvo de Mefistófeles, a cambio de venderle su alma, que le volviese la juventud y le alacanzase el amor de Margarita, creía sin duda estar cerrando un buen trato. Pero no sólo cometió una "sobrevaloración del presente" (una de mis definiciones favoritas del pecado) sino que tampoco se percató de ciertos costes imprevistos -como el de que, acostumbrado a gozar las mieles del amor, le fuese a doler la entrega de su alma-España está contenta, Felipe González se felicita. El PP afirma que habría conseguido más. Seamos pedigüeños o no, como dijo y desdijo el señor Aznar durant...

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Cuando el Dr Fausto obtuvo de Mefistófeles, a cambio de venderle su alma, que le volviese la juventud y le alacanzase el amor de Margarita, creía sin duda estar cerrando un buen trato. Pero no sólo cometió una "sobrevaloración del presente" (una de mis definiciones favoritas del pecado) sino que tampoco se percató de ciertos costes imprevistos -como el de que, acostumbrado a gozar las mieles del amor, le fuese a doler la entrega de su alma-España está contenta, Felipe González se felicita. El PP afirma que habría conseguido más. Seamos pedigüeños o no, como dijo y desdijo el señor Aznar durante anterior campaña electoral, el hecho es que por fin ha concedido la CE a España el paquete de ayudas regionales más alto dado nunca a un país, nada menos que 4,2 billones de pesetas a cobrar entre los años de 1995 a 1999.

No me cabe la menor duda de que Galicia, Andalucía, Extremadura, Canarias y otras Autonomías más, necesitan todos los fondos de que puedan hechar mano. Esa ayuda quizá no saque a sus habitantes de la pobreza. No importa. La protección que viene recibiendo Asturias desde hace un siglo quizá no haya hecho sino llevar al Principado a un callejón sin salida, pero que les quiten lo bailado. Como región eminentemente filarmónica que es, Valencia también va a bailar de alegría: a esa Comunidad, región miserable donde las haya, le tocan un total de 1.905 millones de ecus o 280.000 millones de pesetas. Esto parece la lotería de Navidad.Hay maneras más directas de resolver problemas: o bien las regiones deprimidas se liberan de intervenciones y exportan más bienes y servicios; o bien, conformándose con exportar emigrantes, se benefician de remesas desde el extranjero y luego de la vuelta de los propios emigrantes.

Antes de que me acusen de franquista dureza, quiero hacerles reflexionar sobre el contrato faustiano que hemos firmado con los países del Norte. Al acceder al Mercado Común ampliamos nuestro seguro de paro, con lo que desapareció el peligro de que compitiésemos contra sus costes salariales más altos.

También acordamos aplicar en España determinadas limitaciones de nuestra competitividad como son: la prohibición de dejar flotar limpiamente nuestra moneda; o la protección de nuestras actividades más atrasadas, especialmente en la agricultura; y ahora la notoria "carta social". A cambio se esperaba que viniese abundante capital de los países del Norte continental, para transformar nuestra economía. Ahora invierten más en el antiguo imperio soviético.

Suelo recordar que el economista alemán Peter BernhoIz llama "ayudas para el subdesarrollo" (quiere decirse, para fomentar el subdesarrollo) a las conseguidas por las autoridades de los países y regiones atrasados. Sé que es contrario al sentido común, como tantas cosas en economía, el afirmar que las ayudas no ayudan, o todo lo más ayudan a los políticos locales y a la parte menos enérgica, activa e inventiva de la población. Pero no por eso deja de ser menos verdad.

Los servicios de la Comunidad han calculado que el billón cuatrocientos mil millones regalados a España en el periodo 1989-93 han equivalido a un 2% de nuestra producción bruta anual. Una sencilla regla de tres, parecen querer decir, permite ponderar el efecto de los 4,2 billones de pesetas ahora concedidos. Esa equivalencia será cierta, pero otras afirmaciones subliminales parecen dudosas como que esos dones han supuesto una aceleración del crecimiento económico en un 0,3% anual y que con ellos se han creado 115.000 puestos de trabajo.

No recordaba yo que fuera muy brillante nuestra trayectoria de crecimiento y empleo, ¿Será que el trato con Mefistófeles contribuye al decaimiento de nuestra productividad? Dicho en castellano ¿no será una de las causas de nuestro relajo?

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