Los diputados cobrarán más por asistir a los plenos para acabar con la 'dietitis'
Los diputados de la Asamblea de Madrid se reúnen en comisión más veces que los de cualquier otro Parlamento autónomo. Incluso aventajan a los del Congreso y el Senado. Por cada sesión, cobran alrededor de 20.000 pesetas. No importa su duración. Diétitis denominan en el Ejecutivo que preside Joaquín Leguina a estas sesiones. El PSOE quiere reformar el sistema de retribuciones; ha propuesto una modificación que premia la asistencia a los plenos con un dietón de 50.000 pesetas y ofrece sólo 3.500 por asistir a alguna comisión. El PP ha aceptado, pero IU no.
La propuesta del PSOE sobre las ...
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Los diputados de la Asamblea de Madrid se reúnen en comisión más veces que los de cualquier otro Parlamento autónomo. Incluso aventajan a los del Congreso y el Senado. Por cada sesión, cobran alrededor de 20.000 pesetas. No importa su duración. Diétitis denominan en el Ejecutivo que preside Joaquín Leguina a estas sesiones. El PSOE quiere reformar el sistema de retribuciones; ha propuesto una modificación que premia la asistencia a los plenos con un dietón de 50.000 pesetas y ofrece sólo 3.500 por asistir a alguna comisión. El PP ha aceptado, pero IU no.
La propuesta del PSOE sobre las retribuciones de los diputados de la Asamblea ha resultado polémica. Sin embargo, todos los partidos están de acuerdo en que el sistema actual -que equiparaba lo percibido por el pleno semanal con las numerosas comisiones que se convocan diariamente- tenía que ser reformado. Algunas comisiones, además, se fijan con pocas órdenes del día y duran escasos minutos.Los más molestos con el modelo actual de retribución que funciona en la Asamblea son los consejeros del Gobierno regional. Es habitual, por ejemplo, que Jaime Lissavetzky, consejero de Educación y Cultura y portavoz del Ejecutivo, comparezca en el Parlamento hasta cuatro días en una semana, horas en las que abandona sus labores en el despacho.
El PP cuestionaba, en un principio, que con la modificación del sistema se pretendiese por parte del Gobierno de Leguina evitar la labor de control parlamentario. Izquierda Unida se opone a la reforma -sus diputados están afectados por este modelo, pero luego todos cobran lo que estipula el partido- porque entiende que lo que debería cambiarse no es la cuantía de las dietas que perciben los diputados, sino las comisiones, con órdenes del día más compactos.
La portavoz adjunta del PSOE, Dolores García Hierro, ha presentado unos estudios de simulación de costes que demuestran que en los años precedentes (1992 y 1993) la Asamblea se habría ahorrado 23.275.780 pesetas si hubiese aplicado ya el nuevo modelo de retribuciones de los diputados. El presupuesto del Parlamento para dietas fue en esos ejercicios de 391 millones. En 1994 se podrían economizar 12.249.170 pesetas, según Hierro. Este sistema igualaría los sueldos de los diputados, al margen de sus asistencias a comisiones.