Banco de España favorecio a Ibercorp

Informes de la inspección en poder de EL PAÍS revelan irregularidades antes de que Rubio diese 5.400 millones

El Banco de España concedió en noviembre de 1991 a Ibercorp un crédito de 5.400 millones de pesetas, pese a que ya conocía que dicha entidad incurría en serias irreeularidades. La mala situación de Ibercorp había sido denunciada en varios informes internos de la autoridad monetaria. Lo relevante de estos informes, a los que ha tenido acceso EL PAÍS, es que los inspectores descubrieron irregularidades en Ibercorp, sin que se tomaran medidas. Las autoridades, incluso permitieron operaciones con fondos públicos conociendo ya su precana situación. Los documentos de la inspección fueron elaborados ...

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El Banco de España concedió en noviembre de 1991 a Ibercorp un crédito de 5.400 millones de pesetas, pese a que ya conocía que dicha entidad incurría en serias irreeularidades. La mala situación de Ibercorp había sido denunciada en varios informes internos de la autoridad monetaria. Lo relevante de estos informes, a los que ha tenido acceso EL PAÍS, es que los inspectores descubrieron irregularidades en Ibercorp, sin que se tomaran medidas. Las autoridades, incluso permitieron operaciones con fondos públicos conociendo ya su precana situación. Los documentos de la inspección fueron elaborados por distintos funcionarios en 1991, meses antes de la concesión del crédito. medio año antes de que estallara el escándalo Ibercorp y uno antes de que Mariano Rubio abandonase su cargo. Jaime Soto y Manuel de la Concha, presidente y vicepresidente de Ibercorp, respectivamente, eran amigos del ex gobernador.

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Una serie de informes internos del Banco de España, a los que ha tenido acceso este diario y que fueron elaborados a lo largo de 199 1, revelan que las autoridades monetarias conocían importantes irregularidades en Ibercorp. A pesar de ello, el banco emisor decidió, el 26 de noviembre de 1991, conceder un crédito de 5.400 millones de pesetas, aunque la entidad sólo llegó a disponer de 3.000 millones. Tal decisión muestra un claro trato de favor a la entidad que dirigían los amigos personales de Rubio. Esta actuación parece contradecir las afirmaciones efectuadas por Mariano Rubio en su comparecencia ante la Comisión de Economía del Congreso el pasado 15 de abril. Allí manifestó: "En los actos públicos como gobernador del Banco de España yo creo que no ha habido el menor trato de privilegio". Como argumento destacó un dato de que no hubo "trato de favor" a Ibercorp, sino de "mayor dureza". Según el ex gobernador, 50 bancos que habían tenido problemas habían costado mucho dinero al Estado y al Fondo de Garantía de Depositos, y esto no ocurrió con Ibercorp.

El crédito de 5.400 millones concedido por el Banco de Espafia a Ibercorp era "personal con un plazo de 90 días y a un tipo de interés del 12,60%. La operación sorprende por su cuantía, dada la situación que ya habían habían descubierto los inspectores en el banco. En el informe del 11 de noviembre, que hoy desvela este periódico, el inspector Pedro Luis Rubio destaca que los recursos propios del banco Ibercorp (capital más reservas) sólo eran de 1.293 millones de pesetas. Es decir, el crédito concedido el 26 de noviembre por el Banco de España cuadruplica los recursos propios de Ibercorp.

Concentración de riesgos

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,El mismo informe agregaba que en agosto de ese año el banco había concedido 26 créditos con riesgo superior a los 25 millones. El riesgo total de estas operaciones ascendía a 5.563 millones de pesetas de los que 2.819 millones "corresponden" al grupo de empresas de De la Concha y Soto. El riesgo declarado en Sistemas Financieros en agosto de 1991 era de "2.006 millones", cifra que claramente "sobrepasa el límite máximo establecido en el 40% de los recursos propios de la entidad prestamista".

Se da la circunstancia de que el crédito del Banco de España permitió a Soto y De la Concha efectuar una de las operaciones internas que les proporcionó mayores beneficios. En febrero de 1991, Grupo Financiero Ibercorp (GFI) -controlado mayoritariamente por Manuel de la Concha y Jaime Soto a través de Firena, SA; Afinbur, SA y Angus Holding, SAcompró el 16% de acciones del Banco Ibercorp al 400% por unos 640 millones de pesetas. Los vendedores fueron De la Concha y Soto. Para pagarles, GFI entregó unos pagarés con vencimiento a un año. Cuando llegó el vencimiento, en febrero de 1992, GFI solicitó un crédito al Banco Ibercorp para atender estos pagarés y otras necesidades por 1.000 millones de pesetas. El dinero, que salió de los fondos públicos facilitados por el Banco de España, se lo llevaron directamente Manuel de la Concha y Jaime Soto.

El problema es que el Banco de España ya conocía la existencia de esta operación -aquellos días los inspectores no se movían del banco- y lo peor es que sabían que las acciones de Ibercorp no valían el 400%. El informe realizado por la inspectora María Luisa García Tallón el 19 de julio de 1991 rechaza esta revalorización de las acciones del banco basada en un fondo de comercio de 2.719 millones. Ello signif icaría que el valor real de las acciones citadas no era de 640 millones, sino de 208 millones.García Tallón advirtió que "el Banco de España no puede admitir la creación de este fondo de comercio, ni el método utilizado para aflorarlo". Partía de la base de que no se había analizado con profundidad el proceso de fusión de Banco Ibercorp, Grupo Financiero Ibercorp y Sistemas Financieros, ya que "el Banco Ibercorp no ha facilitado la información necesaria".

Es decir, el Banco de España concedió un crédito multimillonario a un banco sabiendo que su situación financiera era extrerrWarnente delicada y que sirvió para financiar una de las operaciones más especulativas efectuadas por Manuel de la Concha y Jaime Soto. De ello se deduce cierto trato de favor.

Otra irregularidad tolerada por el Banco de España fue el mantenimiento de Banco Ibercorp como entidad gestora de deuda anotada -que permite operar en el merca'do de títulos del Tesoro- cuando no reunía condiciones para ello. El infórme de Pedro Luis Rubio señala: "Durante 1991 se ha tratado infructuosamente por dos veces (mayo y julio) de realizar la inspección de la entidad; el motivo ha sido la imposibilidad de llevar a cabo la verificación contable de las operaciones con deuda anotada ( ... ) debido a las dificultades en la implantación de un sistema informático". Lo grave de esta situación es que Banco Ibercorp había obtenido el permiso de las autoridades -Banco de España y Ministerio de Economía- dos años antes, cuando evidentemente no reunía condiciones para ello. El interés de De la Concha y Soto por que Ibercorp fuese una entidad gestora de títulos del Tesoro era muy alto, pues así podían realizar operaciones con Pagarés de Tesoro dentro del mismo grupo y con máxima discreción.

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