"La gente ya no se fía"

Manuel Palma, un empresario cordobés de 35 años afincado en Valencia, escuchó la intervención de Felipe González en el televisor que tiene colocado en uno de los rincones de su concesionario de automóviles Opel. "Al pobre se le ha ido de las manos", dijo del presidente cuando éste accedió al estrado. "Porque hay escándalos y escandalillos, y éste es de los gordos", enfatizó al referirse a los casos de Rubio y Roldán. Minutos después de que González abriera el debate, el empresario volvió a referirse a él: "Aunque nadie está libre de culpa, a mí me parece un hombre íntegro"."Lo que está ...

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Manuel Palma, un empresario cordobés de 35 años afincado en Valencia, escuchó la intervención de Felipe González en el televisor que tiene colocado en uno de los rincones de su concesionario de automóviles Opel. "Al pobre se le ha ido de las manos", dijo del presidente cuando éste accedió al estrado. "Porque hay escándalos y escandalillos, y éste es de los gordos", enfatizó al referirse a los casos de Rubio y Roldán. Minutos después de que González abriera el debate, el empresario volvió a referirse a él: "Aunque nadie está libre de culpa, a mí me parece un hombre íntegro"."Lo que está haciendo ahora ya lo tendría que haber hecho hace cinco años", insistió al referirse a las medidas contra la corrupción que González enumeró. "¿Quiere decir que el caso Ibercorp estalló hace dos años, y ahora sale el dinero negro?", preguntó incrédulo Palma. "Lo que pasa", prosiguió, "es que hasta que el asunto no les ha estallado, no se han tomado medidas". "La gente ya no se fía", opinó.

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"Y es que no puede ser que dos organismos tan respetados en el país como el Banco de España y la Guardia Civil se vean envueltos en asuntos como estos", subrayó Palma. Este empresario opina que si el director general de una empresa tiene una serie de privilegios en la misma, también los delbe tener un ministro. "Yo eso lo entiendo; lo que ya no acepto es una cuenta de dinero negro", repitió. "Sobre todo cuando Hacienda nos está mirando [a los empresarios] con lupa", apuntó.

Y de nuevo, con las palabras de González de fondo, volvió a la figura del presidente: "No hay nadie en el PSOE con suficiente peso para sustituirle".

Las referencias de González a la reforma laboral despertaron la irritación del empresario. "Lo de la exención de impuestos a las nuevas empresas es una sinvergüencería", afirmó. Tampoco está conforme con la última medida oficial para reactivar el mercado del automóvil en España. "No va a servir para nada", declaró. Del contrato de aprendizaje dijo que "está mal hecho". Sólo uno de sus 94 empleados tiene un contrato de estas características.

"Hay que ganar en productividad...", se oyó decir a González desde el televisor. "Ahí estoy de acuerdo", secundó Palma. Para ilustrar la improductividad, el empresario echó mano de una anécdota. "Me decía el otro día un funcionario de telégrafos que si eres bueno en la Administración terminan cargándote a tí todo el trabajo, y si eres malo no te lo dan, pero al final de mes ambos ganan lo mismo".

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"...El impulso democrático", dijo entonces González. "Eso es como el cambio del cambio que tampoco sabes muy bien qué significa", apostilló el empresario. Volvió su atención a la pantalla. "Hay que ver lo que aguanta", dijo del presidente. "Yo creo que no le dejan irse, porque desayunarse cada día con un escándalo es demasiado", concluyó.

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