El ex jefe de la Casa Real hace un llamamiento a atajar la corrupción

Sabino Fernández Campo, ex jefe de la Casa Real, hizo ayer un llamamiento urgente a la lucha contra la corrupción: "Si no atajamos seriamente la corrupción, la sociedad puede dividirse entre quienes caen en ella y quienes se lamentan porque no han tenido la oportunidad de caer en ella". Fernández Campo aprovechó la presentación en Madrid del libro El virrey, escrito por el periodista José Antich, sobre el presidente de la Generalitat de Cataluña, Jordi Pujol, para pedir que las preocupaciones del país se centren en la mejoría del ambiente ético, la lucha contra el paro y el bienestar social....

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Sabino Fernández Campo, ex jefe de la Casa Real, hizo ayer un llamamiento urgente a la lucha contra la corrupción: "Si no atajamos seriamente la corrupción, la sociedad puede dividirse entre quienes caen en ella y quienes se lamentan porque no han tenido la oportunidad de caer en ella". Fernández Campo aprovechó la presentación en Madrid del libro El virrey, escrito por el periodista José Antich, sobre el presidente de la Generalitat de Cataluña, Jordi Pujol, para pedir que las preocupaciones del país se centren en la mejoría del ambiente ético, la lucha contra el paro y el bienestar social.

El ex jefe de la Casa Real mantuvo una tesis contradictoria respecto al presidente de la Generalitat catalana. Defendió el personaje político, pero criticó muchas de sus actuaciones. Uno de los principales reproches de Sabino Fernández Campo a Jordi Pujol fue la importancia que el presidente de la Generalitat otorga al protocolo y a los simbolismos -"cuestiones de menor trascendencia", según las calificó-, cuando los problemas principales de España son otros.No faltó una crítica a la ambigüedad del nacionalismo catalán y, en un terreno muy concreto, a la actitud partidista de la clase política en general respecto a la entrada de España en la OTAN. "A veces tenemos la sensación de que se olvida la conveniencia del país. Parece que se trata de llevar la contraria al adversario político", manifestó.

El ex jefe de la Casa Real mostró su preocupación por el anticatalanismo emergente en España y lo atribuyó por partes iguales al nacionalismo español y al catalán. "Las razones son tres. Una historia de desconfianzas mutuas, la pervivencia de estereotipos agitados por intelectuales españoles y la ambigüedad del nacionalismo catalán".

Independentismo

Pese a su crítica a las ambigüedades del presidente de la Generalitat catalana, Fernández Campo alabó su distanciamiento del independentismo y reprodujo, como muestra, dos frases de Jordi Pujol: "El independentismo no va comnigo" y "la Europa del año 2000 no se construirá sobre centenares de regiones".Los elogios a la figura personal y política de Jordi Pujol fueron elocuentes: idealista, lúcido, con objetivos claros, de decisiones valientes. "Admiro en Pujol sus cualidades de político inteligente". "Cuenta con mi devoción y aprecio".

Pero quizá el mayor elogio político que el ex jefe de la Casa Real dirigió al presidente de la Generalit fue el acercamiento que éste había logrado con la Corona en su dilatada etapa de gobernante. No faltó tampoco un elogio con cierta retranca. "Jordi Pújol es un hombre de decisiones valientes y rectificaciones oportunas. Malo es equivocarse, pero peor es no saber rectificar".

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El ex jefe de la Casa Real hizo un llamamiento a la integración de Cataluña en España: "El mundo nos exige uniones cada vez más firmes en el respeto a los hechos diferenciales".

José Antich-, autor del libro y redactor de EL PAÍS, manifestó su deseo de que "ser virrey sirva para aproximar al lector a Pujol como persona, al político, así como al nacionalismo catalán".

La presentación del libro de José Antich, publicado por la editorial Planeta, congregó en la Biblioteca Nacional, en Madrid, a una importante representación de los partidos catalanes. Los nacionalistas estuvieron representados por el presidente de Unió Democrática de Catalunya, Josep Antoni Durán y Lleida, al que acompañaban los diputados Josep Sánchez Llibre y Jordi Casas.

Los socialistas catalanes estuvieron representados por los diputados Joan Marcet y Salvador Clotas. También una representación del nacionalismo vasco con el diputado José Juan González Txabarri y el ex portavoz del PNV en el Congreso de los Diputados, Andoni Monforte.

El nacionalismo radical también tuvo su representación en Pilar Rahola, de Esquerra Republicana de Catalunya. El Partido Popular también envió una cualificada representación integrada por su vicesecretario general, Mariano Rajoy; el candidato a las elecciones andaluzas Javier Arenas, y el diputado por Cataluña Jorge Fernández.

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