Batalla campal a las puertas del Palacio de Congresos

Linares llevó ayer su Intifada hasta Granada. Varias personas resultaron heridas por piedras y balas de goma durante la batalla campal que durante la mañana libraron unos 2.000 manifestantes y centenares de policías antidisturbios que custodiaban el Palacio de Congresos, donde se reunían los delegados socialistas. La protesta se saldó con dos detenciones.Los empleados de Santana Motor se habían desplazado hasta Granada en una veintena de autobuses que, según denunciaron, fueron retenidos al menos cuatro veces durante el viaje. La policía cacheó á los trabajadores y registró "hasta los b...

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Linares llevó ayer su Intifada hasta Granada. Varias personas resultaron heridas por piedras y balas de goma durante la batalla campal que durante la mañana libraron unos 2.000 manifestantes y centenares de policías antidisturbios que custodiaban el Palacio de Congresos, donde se reunían los delegados socialistas. La protesta se saldó con dos detenciones.Los empleados de Santana Motor se habían desplazado hasta Granada en una veintena de autobuses que, según denunciaron, fueron retenidos al menos cuatro veces durante el viaje. La policía cacheó á los trabajadores y registró "hasta los bocadillos".

Los enfrentamientos comenzaron en el momento en que los manifestantes de Santana, acompañados por empleados de Santa .Bárbara en Granada, se acercaron al palacio de congresos, prácticamente tomado por las Fuerzas de Seguridad, e intentaron retirar las vallas que cercaban la zona para llegar a la misma puerta. La policía cargó mientras caía un aluvión de piedras y botellas. En el interior, los delegados que asistían al congreso apenas prestaron atención a lo que ocurría en la calle. Sólo el alcalde de Linares trató de calmar los ánimos, pero desistió de sus propósitos después de ser zarandeado y abucheado por sus convecinos.

La tensión fue aumentando hasta que sobre las dos de la. tarde grupos de jóvenes enmascarados lanzaron piedras, cojinetes de acero y cascos de vidrio. La policía respondió con un despliegue de coches celulares y botes de humo, aunque no se llegó al cuerpo a cuerpo.

Un anciano resultó herido por una pedrada en la boca, mientras cruzaba la calzada, y policías y manifestantes sufrieron también lesiones de diversa consideración por los proyectiles que se lanzaron unos contra otros. Varios agentes retuvieron por unos minutos a uno de los empleados por "sacar la lengua de forma obscena" a una policía. Otro agente partió la cámara del reportero de Antena 3 Televisión, que había filmado cómo cargaba su arma. Durante más de una hora, el barrio de los Alminares fue un hervidero de policías, sirenas, carreras, petardos y disparos de pelotas de goma.

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