El caos político impide saber con certeza quien es el fiscal general de Rusia

El Consejo de la Federación (la Cámara Alta del Parlamento ruso), sembró ayer el desconcierto sobre quién es el titular del puesto de fiscal general de Rusia, al negarse a someter de nuevo a votación la propuesta del presidente Borís Yeltsin, quien pedía el visto bueno de la Cámara para el cese de Alexéi Kazánnik en aquel cargo.¿Quién es el fiscal general?", preguntaban confusos los periodistas que seguían los debates del Consejo de la Federación, después de que éste hubiera decidido no volver a votar la propuesta de Yeltsin, rechazada el día anterior por la Cámara con una votación que no tení...

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El Consejo de la Federación (la Cámara Alta del Parlamento ruso), sembró ayer el desconcierto sobre quién es el titular del puesto de fiscal general de Rusia, al negarse a someter de nuevo a votación la propuesta del presidente Borís Yeltsin, quien pedía el visto bueno de la Cámara para el cese de Alexéi Kazánnik en aquel cargo.¿Quién es el fiscal general?", preguntaban confusos los periodistas que seguían los debates del Consejo de la Federación, después de que éste hubiera decidido no volver a votar la propuesta de Yeltsin, rechazada el día anterior por la Cámara con una votación que no tenía validez jurídica por no reunir a más de la mitad del total de los diputados.

El fantasma de los conflictos jurídicos entre el presidente y el Sóviet Supremo de Rusia (el Parlamento disuelto por Yeltsin en septiembre de 1993) planeaba ayer en el Consejo de la Federación. El presidente del Comité Constitucional de esta Cámara, Issa Kostóiev, manifestó que "Alexéi Kazánnik es el Fiscal general de Rusia". Por su parte, Ramazán Abdulatípov, el vicepresidente de la Cámara, manifestó que Rusia había vuelto a la situación del 26 de febrero, antes de que Kazánnik dimitiera tras abrir las puertas de la cárcel a los adversarios políticos de Yeltsin en ejecución de una amnistía parlamentaria. En esa fecha, Kazánnik era el fiscal general que no había sido confirmado aún por el Consejo de la Federación, y Alexei Iliushenko era el jefe de la Dirección de Control de la Administración del presidente.

"Qué hacer en esta situación, es cosa del presidente de Rusia", manifestó Abdulatípov. Illushenko fue nombrado fiscal general en funciones por el presidente Yeltsin, que había sometido al Consejo de la Federación una petición para confirmar a este funcionario como fiscal general.

Por su parte, el consejero presidencial Gueorgui Satárov manifestó que Rusia no tiene fiscal general que cumpla con los requisitos constitucionales de haber sido presentado por el presidente y confirmado por el Consejo Federal. Por esta razón, señaló, Alexei Iliushenko continuará trabajando en calidad de fiscal en funciones.

Iliusheriko no ha indicado que tenga intención de abandonar su cargo, pero Kazánnik ya ha dicho que piensa comenzar a ejercer sus funciones corno fiscal general en el próximo futuro. "Voy a trabajar. ¿Cuál es el problema?", manifestó Kazánnik a la agencia Interfax. "Si la Cámara Alta no confirmó el decreto del presidente sobre mi cese, esto significa que sigo siendo fiscal general de Rusia y nada más".

Por otra parte, el anuncio de que Moscú planea crear 30 bases militares en los países de la Comunidad de Estados Independientes (CEI) y en Letonia ha provocado indignación en la república báltica, que estaba a punto de firmar un acuerdo para la retirada de las tropas rusas de su territorio.

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El escándalo estalló cuando la agencia Itar-Tass, citando "fuentes bien informadas", anunció que el presidente Yeltsin había dado el visto bueno a una propuesta del Ministerio de Defensa en ese sentido. El Kremlin se apresuró a asegurar ayer que la inclusión de Letonia se debió a "un fallo técnico".

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