Cartas al director

Un espacio mediterraneo

La Bosnia pluriétnica, orgullo de Sarajevo y de su región, constituye la idea a defender, no sólo por los bosnios, sino por Occidente, y es, sin embargo, el objetivo a destrozar por los serbios. A pesar de ello, la cultura musulmana se niega a dejarse exterminar, y Occidente debe contribuir a su empeño: el exterminio cultural musulmán es el exterminio de la propia cultura occidental, de sus raíces. ¿No es posible recuperar para Bosnia-Herzegovina la educación occidental, sólidamente emparejada con unos sentimientos y costumbres propios?La reconstrucción de la Biblioteca Nacional de Bosnia-Herz...

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La Bosnia pluriétnica, orgullo de Sarajevo y de su región, constituye la idea a defender, no sólo por los bosnios, sino por Occidente, y es, sin embargo, el objetivo a destrozar por los serbios. A pesar de ello, la cultura musulmana se niega a dejarse exterminar, y Occidente debe contribuir a su empeño: el exterminio cultural musulmán es el exterminio de la propia cultura occidental, de sus raíces. ¿No es posible recuperar para Bosnia-Herzegovina la educación occidental, sólidamente emparejada con unos sentimientos y costumbres propios?La reconstrucción de la Biblioteca Nacional de Bosnia-Herzegovina, uno de los edificios más representativos de Sarajevo, hoy totalmente destruido, que ha sido una de las ideas más oportunas, más positivas y más simbólicas que han aparecido por el Club Europeo de Rectores de Universidad, bajo los auspicios y con la ayuda de la Unesco, ha obtenido ya, de entrada, una favorable acogida en la población de Sarajevo.No se puede olvidar en estos momentos la torpeza política y el grave error cometido por los ministros de Cultura de los Doce al negarse a aceptar la iniciativa de convertir a Sarajevo, la ciudad torturada desde hace dos años por continuos bombardeos y muertes vergonzosas, en Capital Cultural de Europa, junto a Lisboa, en este año de 1994. Hubiese sido el momento oportuno para demostrar que Occidente no ha perdido los valores que siempre ha dicho defender y que en algunos momentos parece que se pierden o falta valor para defenderlos.La actitud clara del Club Europeo de Rectores ha servido para, cerrar heridas de forma inmediata y oportunamente. Ese buen comienzo ha ido acompañado de otros hechos que merecen destacarse y que prueban que la Universidad sí está donde debe estar en estos momentos, haciendo realidad una idea necesaria de cooperación universitaria europea. Dos hechos, dos reacciones inmediatas y que tienen que ver con nuestra Universidad Complutense, deben citarse a este propósito.

En primer lugar, el Club Europeo de Rectores, presidido por Gustavo Villapalos, ha concedido el Premio por la Paz y contra el Racismo y la Xenofobia a dos medios de comunicación, el diario Oslobodenje (Liberación) y la radio El Muro, y a un profesor de la Universidad de Sarajevo, Zdravko Grebo.

En segundo lugar, la Universidad Complutense ha adoptado la decisión de abrir una oficina permanente en la ciudad de Sarajevo a través de su Instituto de Europa Oriental. La apertura de esta oficina está prevista para el próximo mes de mayo.

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Vicerrector de la Universidad Complutense y director del Instituto de Europa Oriental.

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