"Si retiras la denuncia, hablo con mi amigo Toni y se arregla todo"

La anómala adjudicación de suministros de cerámica a la extinta empresa valenciana Maintegas, SA, habría pasado inadvertida si la industria que realmente instaló gran parte de los talleres no hubiese acudido a los jueces para reclamar el dinero de su trabajo.El adjudicatario oficial fue Maintegas, pero quien realmente instala los materiales en Picassent (tres hornos eléctricos para cocer la cerámica, marca Him, modelo HF-10; cabina de pinturas, etcétera) es Hornos Industriales de Manises, SL, radicada en la localidad valenciana de Quart de Poblet y cuyo administrador único es Manuel Marín Meri...

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La anómala adjudicación de suministros de cerámica a la extinta empresa valenciana Maintegas, SA, habría pasado inadvertida si la industria que realmente instaló gran parte de los talleres no hubiese acudido a los jueces para reclamar el dinero de su trabajo.El adjudicatario oficial fue Maintegas, pero quien realmente instala los materiales en Picassent (tres hornos eléctricos para cocer la cerámica, marca Him, modelo HF-10; cabina de pinturas, etcétera) es Hornos Industriales de Manises, SL, radicada en la localidad valenciana de Quart de Poblet y cuyo administrador único es Manuel Marín Merino.

Los interventores de Hacienda, después de muchos quebraderos de cabeza, llegan a la conclusión de que Maintegas había subcontratado con Hornos Industriales la instalación de los tres talleres. "Si admitimos que el adjudicatario fue Maintegas, SA, y que ésta subcontrató a su vez en Hornos Industriales de Manises, SL, se incumplieron", sentencian los interventores, "las limitaciones que respecto a la cesión de contratos y subcontratos de suministros se imponen en el artículo 280 del Reglamento de Contratación".

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Fuentes de Hornos Industriales afirman que esta empresa sí presentó una oferta propia, y la más barata, para instalar los talleres. "Pero no se tuvo en cuenta", afirma Manuel Marín. "El administrador de la cárcel me dijo que desde Madrid le habían impuesto a Maintegas", explica.

Reclamaciones

Una vez instalados los hornos, Maintegas -una empresa con problemas económicos- hizo valer su titularidad sobre la anómala adjudicación y reclamó los casi 20 millones de pesetas que le adeudaba Asuntos Penitenciarios. Con ese dinero quería saldar un crédito de 20 millones de pesetas, avalado por Ramón Inglés, que tenía contraído con la Caja de Ahorros de Valencia. El dinero, sin embargo, no llegaba, ya que Hornos Industriales, a través del juez de Lliria (Valencia), también lo reclamaba.

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"En la feria de cerámica de hace dos años", asegura Manuel Marín, administrador único de Hornos Industriales, "Ramón Inglés me paró y me dijo: 'La única forma que tienes de cobrar tu parte [algo más de 13 millones] y Maintegas la suya [el resto hasta 201 es que retires la denuncia: yo hablo con mi amigo Toni [Asunción] y se soluciona todo". "Le dije a Inglés", explica Marín, "que retiraba el ejecutivo judicial si antes me daban un talón conformado con los más de 13 millones que me debían; no lo hicieron".

Meses más tarde, ante la imposibilidad de cobrar unos y otros, Maintegas, Hornos Industriales y la Caja de Valencia, según Manuel Marín, decidieron desbloquear el asunto. De tal forma que Hornos se quedó con 13 millones, y la Caja, el resto, explica el administrador único de Hornos.

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