Instalaciones de la cárcel de Picassent fueron adjudicadas 'a dedo' a amigos de Asunción

Asuntos Penitenciarios adjudicó a dedo a una empresa vinculada a amigos del hoy ministro del Interior, Antoni. Asunción, la instalación de los tres talleres de cerámica de la cárcel de Picassent (Valencia). La adjudicación -por importe de 19.849.749 pesetas- se efectuó en 1990, careció de fiscalización previa y no se sacó a concurso público. Asuntos Penitenciarios, cuyo máximo responsable era entonces Asunción, reconoce que fue "defectuosa", pero la incluye dentro del paquete de irregularidades presuntamente cometidas por los ex directivos de Trabajos Penitenciarios.

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Asuntos Penitenciarios adjudicó a dedo a una empresa vinculada a amigos del hoy ministro del Interior, Antoni. Asunción, la instalación de los tres talleres de cerámica de la cárcel de Picassent (Valencia). La adjudicación -por importe de 19.849.749 pesetas- se efectuó en 1990, careció de fiscalización previa y no se sacó a concurso público. Asuntos Penitenciarios, cuyo máximo responsable era entonces Asunción, reconoce que fue "defectuosa", pero la incluye dentro del paquete de irregularidades presuntamente cometidas por los ex directivos de Trabajos Penitenciarios.

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El agraciado fue la extinta in dustria Maintegas, SA, cuyo gerente es Vicente Manuel Bes Aloy, militante socialista de Bétera (Valencia). En este extraño entramado empresarial aparece también Ramón Inglés Capella, un empresario ceramista valenciano íntimo de Asunción, según numerosas fuentes consultadas. Oficialmente Inglés no tiene ninguna relación con Maintegas, pero figura como avalista de un crédito de 20 millones de pesetas concedido a esa industria por la Caja de Ahorros de Valencia. Además, participó activamente en la creación de los talleres de Picassent, aunque no se sabe en calidad de qué ni por qué. El caso Maintegas propició el pasado miércoles una pregunta parlamentaria del diputado del Partido Popular por Valencia Ignacio Gil Lázaro, quien observa en esta anómala adjudica ción claros tintes de "amiguismo". Asunción, a través de su secretario personal, admite que la adjudicación estuvo "viciada", pero rechaza que él estuviese detrás de ella. Y menos aún, explica, que haya otorgado "un trato de favor" a Vicente Manuel Bes y a Ramón Inglés. Niega ser íntimo de ambos; sólo admite que les "conoce".

El ex secretario de Estado de Asuntos Penitenciarios y hoy ministro del Interior culpa a Rafael Martínez Torrecilla, a quien él mismo, argumenta, destituyó como gerente de Trabajos Penitenciarios tras descubrirse numerosas irregularidades. Este organismo tenía como misión gestionar los talleres de las cárceles españolas y comercializar los productos que elaboran los presos. El ex gerente de Trabajos Penitenciarios Rafael Martínez Torrecilla recuerda que el presidente del consejo de administración era Asunción, y niega taxativamente su implicación en el caso Maintegas. "Yo hacía lo que me decían desde arriba; si no, me podían cesar", indicó. Martínez Torrecilla asegura que fue Mercedes Jabardo, en tonces directora de la prisión de Picassent, quien le ordenó que adjudicase a Maintegas la insta lación de los talleres. "Me dijo que fuese a la feria de Ifema [en Madrid] para hablar con Ramón Inglés sobre los talleres a instalar en Picassent. Recuerdo que ese día estaba enfermo, pero fui porque ella decía que Inglés era muy amigo de Toni [Asunción]". "¿Por qué", se pregunta Martínez Torrecilla, "iba yo a adjudicar algo a un señor de Valencia que no conocía de nada? Fue Merdeces Jabardo quien me dijo que hablase con él, pero Asunción lo sabía todo", asegura. Y agrega: "La de Maintegas es sólo una de las muchas adjudicaciones irregulares que se hicieron entonces, y que no partieron precisamente de Trabajos Penitenciarios: igual de irregular fue la adjudicación de los viveros de Picassent y otras".

La intervención delegada de Hacienda en el Ministerio de Justicia se echó las manos a la cabeza al comprobar la forma en que se había efectuado la adjudicación de los talleres de la cárcel de Picassent, inaugurada en 1990. Poco después de la anómala adjudicación a Maintegas, Asunción llamó a Madrid a Jabardo y la nombró directora general de prisiones. Este periódico ha intentado, sin éxito, hablar con Jabardo.

El asunto Maintegas llegó hasta el Consejo de Ministros, que el 16 de octubre de 1992 convalidó el pago de los 20 millones. No obstante, en la reunión de subsecretarios previa al citado consejo salió a relucir el caso Maintegas. "En ella se puso de manifiesto la necesidad de investigar" lo ocurrido "y depurar eventuales responsabilidades". Así se dice en una nota oficial fechada el 20 de octubre de 1992 y dirigida "al Ilmo. Sr. Director General de Administración Penitenciaria".

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En un informe sobre el caso Maintegas que ocupa seis folios, los interventores de Hacienda critican que Asuntos Penitenciarios no convocase concurso público para la adquisición e instalación de unos materiales que fácilmente se hallan "en el comercio" y que "no necesitan una fabricación ex profeso". Lamentan también que no aparezca en el expediente la persona "que autorizó el suministro" ni las "circunstancias que lo rodearon".

Ramón Inglés, de 61 años, participó activamente en la creación de los talleres de la cárcel de Picassent, aunque oficialmente no consta en calidad de qué. Hace unos días aseguró a este periódico, en su casa de Bétera, que lo hizo como técnico y experto en cerámica. Inglés Posee una lujosa tienda en la que se venden artículos de cerámica que él mismo diseña y prepara. En los talleres de Picassent, los presos trabajan la cerámica.

Respecto al caso Maintegas, Inglés dijo que la adjudicación había partido del gerente de Trabajos Penitenciarios, Rafael Martínez. Inglés declaró también: "Todo está claro en eso, nadie se ha llevado nada: el precio de los hornos (para cocer la cerámica) se ajustaba al mercado". Asimismo negó tajantemente "que don Antonio [Asunción]" hubiese mediado o intervenido en esa anómala adjudicación.

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