Los piratas aéreos pretendían llamar la atención sobre el "clima de preguerra" en Argelia

Querían llamar la atención de la opinión pública internacional sobre el "clima de preguerra" que vive Argelia, no encontraron otro medio mejor de hacerlo que secuestrando un avión de Air Algerie. "Desde fuera no se presta la suficiente, atención a los problemas que sufre nuestro país", han explicado los tres policías que el pasado lunes obligaron al aparato a desviarse hacia Alicante. Siete horas después, los piratas aéreos se rindieron. Al ver el amplio despliegue policial montado en el aropuerto se mostraron "muy preocupados de que les frieran a tiros", declaró ayer una persona que vivió muy...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

Querían llamar la atención de la opinión pública internacional sobre el "clima de preguerra" que vive Argelia, no encontraron otro medio mejor de hacerlo que secuestrando un avión de Air Algerie. "Desde fuera no se presta la suficiente, atención a los problemas que sufre nuestro país", han explicado los tres policías que el pasado lunes obligaron al aparato a desviarse hacia Alicante. Siete horas después, los piratas aéreos se rindieron. Al ver el amplio despliegue policial montado en el aropuerto se mostraron "muy preocupados de que les frieran a tiros", declaró ayer una persona que vivió muy de cerca el incidente.

Más información

"Llegaron a ponerse pesados con la carta". Los secuestradores del avión argelino con 127 pasajeros a bordo amenazaron con volar a Madrid si no se atendían sus reivindicaciones de asilo político, que querían ver plasmadas en un documento, según informó ayer uno de los controladores del aeropuerto de L'Altet (Alicante) que intervino en la negociación, con los piratas del aire. La entrega de un documento, en el que se les garantizaba su integridad física, puso fin al secuestro.Los tres policías -Bouchela Geni Gilal, Benala Hamed y Ungeli Abdebebar, los dos primeros de 28 años y el tercero de 24- querían llamar la atención sobre la situación de "preguerra" que vive su país.

El comandante del avión y un funcionario de la torre de control del aeropuerto actuaron de portavoces de las partes en la negociación entre las autoridades españolas y los secuestradores.

La insistencia de los piratas aéreos en obtener el referido documento de las autoridades españolas hizo temer que el incidente acabase en un baño de sangre y generó momentos de gran nerviosismo, tanto en el aeropuerto de L'Altet como dentro del Boeing 727 de la compañía Air Algeria. El destino final del avión argelino Hoggar no era el aeropuerto de El Altet en Alicante, que se convirtió en escala forzosa para los pasajeros y tripulantes que habían despegado de Orán con destino a Annaba, en un vuelo doméstico.

Fuentes oficiales señalaron ayer que durante las dos primeras horas los secuestradores no mencionaron la posibilidad de solicitar asilo político en España. Tras aterrizar sin autorización en L'Altet poco después de la una de la tarde, los tres piratas aéreos se limitaron a reclamar "ayuda" para permanecer en España "sin riesgos", añadieron las mismas fuentes, que calificaron de "eufemística" -ya que realmente equivalía a una petición de asilo político- esta reclamación de los tres policías argelinos.

Temor a las balas

Los secuestradores, que querían una solución política, se mostraron muy preocupados cuando vieron el amplio despliegue establecido en torno al avión por las fuerzas de seguridad españolas que se deplazaron al aeropuerto. "Al final estaban muy preocupados de que los frieran a balazos", indicaron las citadas fuentes en referencia a los secuestradores.Este amplio dispositivo policial, integrado por los Grupos Rurales de Seguridad de la Guardia Civil y fuerzas especiales del Cuerpo Nacional de Policía, se hizo especiallmente espectacular cuando, alrededor de las las cinco de la tarde -poco antes habían sido liberados, como muestra de "buena voluntad", ocho mujeres, dos niños, un anciano y un enfermo de corazón-, el avión, que durante todo el tiempo permaneció con los motores en funcionamiento, inició una maniobra. Numerosos vehiculos policiales, así como vehículos del cuerpo de bomberos, cerraron el paso al apoarato, que, según las autoridades españolas, pretendía despegar de nuevo.

Los tres funcionarios de la policía argelina que secuestraron el aparato a punta de pistola tenían intención de llegar a Barajas (Madrid) para plantear allí sus reivindicaciones a las autoridades españolas. El comandante del Boeing indicó a la torre de control de L'Altet que disponía de combustible suficiente para hacerlo.

Tres amigos

Según las mencionadas fuentes oficiales, los secuestradores son "tres policías, amigos, de ideología abierta y que no militan ni pertenecen a ningún partido político ni a movimiento religioso alguno, que vivían con angustia el clima de preguerra en su país". Querían abandonarlo y eligieron este medio para Ilamar la atención de la opinión pública internacional" El secuestro concluyó cuando los secuestradores recibieron un escrito en el que las autoriadades españolas les garantizaban su integridad. Sólo entonces liberaron al resto del pasaje y a la tripulación y entregaron sus armas.Los tres piratas aéreos pasaron la noche en los calabozos de la comisaría de Elche y ayer prestaron declaración. Juan Francisco Vives, titular del Juzgado número 4 de Elche, que instruye las diligencias del caso ya que se encontraba de guardia en la tarde del lunes, señaló ayer que estudiará el asunto y decidirá si se inhibe en favor de la Audiencia Nacional, en cuyo caso los tres argelinos serían trasladados a Madrid.

Archivado En