La muerte del jefe del grupo integrista GIA facilitará el diálogo en Argelia

El espectacular desmantelamiento de la dirección del Grupo Islámico Armado (GIA), cuyo jefe, Yaafar el Afgani, y nueve de sus lugartenientes resultaron muertos en la noche del sábado en un enfrentamiento con la policía, beneficia claramente al Movimiento Islámico Armado (MIA), algo más moderado y próximo al Frente Islámico de Salvación (FIS), y puede abrir una vía de diálogo entre el Gobierno y el FIS, según estimaron ayer los principales analistas argelinos.El diario Le Matin insinúa en su edición de ayer que las fuerzas de seguridad recibieron el soplo, de círculos próximos al ...

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El espectacular desmantelamiento de la dirección del Grupo Islámico Armado (GIA), cuyo jefe, Yaafar el Afgani, y nueve de sus lugartenientes resultaron muertos en la noche del sábado en un enfrentamiento con la policía, beneficia claramente al Movimiento Islámico Armado (MIA), algo más moderado y próximo al Frente Islámico de Salvación (FIS), y puede abrir una vía de diálogo entre el Gobierno y el FIS, según estimaron ayer los principales analistas argelinos.El diario Le Matin insinúa en su edición de ayer que las fuerzas de seguridad recibieron el soplo, de círculos próximos al MIA, de la existencia de una reunión de alto nivel del grupo de Afgani, en la que se iban a decidir importantes atentados.

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El GIA y el MIA, opuestos ambos a cualquier contacto político con el poder actual, libran desde hace un año una cruenta batalla intestina por hacerse con el control absoluto de la guerrilla.

La diferencia entre ambas organizaciones, además de que el MIA no ha atentado contra ciudadanos extranjeros, es política y organizativa.

El MIA no ha recusado formalmente a la dirección del Frente Islámico de Salvación, a la que le unen ciertos vínculos. Su jefe, Abdelkader Chebuti, se ha beneficiado del apoyo explícito del número dos del FIS, Alí Belhadj. El GIA, por el contrario, rompió desde su fundación, en 1991, con el FIS y declaró la guerra total al Gobierno. Su objetivo único es la creación de un Estado islámico en Argelia.

Mientras, la violencia extremista continúa. Una directora de escuela de Birkhadem, cerca de Argel, resultó muerta por disparos de islamitas armados, según anunció ayer el diario El Watan.

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Violencia en Egipto

En Egipto, el otro país azotado por la violencia integrista, 10 personas resultaron muertas ayer en la localidad de Edfu, situada 600 kilómetros al sur de El Cairo.

Un número no determinado de guerrilleros, presuntos miembros del grupo Gamáa al-Islamiya, atacaron una comisaría de policía en Edfu, dando muerte a un agente. Tras el atentado, los activistas islámicos se dieron a la fuga en un coche robado. Poco después fueron detenidos en un control. Tres de ellos murieron dentro del vehículo y otros cinco fueron abatidos por las fuerzas de seguridad cuando trataban de huir. En el incidente resultó muerto un segundo policía.

Edfu es una localidad de alto valor turístico en la región de Aswan, pues en ella se encuentran los principales templos del antiguo Egipto. Ésta es también la zona más castigada por la violencia integrista. En el último mes han perdido la vida 14 presuntos islamitas en choques con las fuerzas de seguridad. Desde 1992, más de 300 personas han muerto en Egipto y 681 han resultado heridas debido a la violencia política.

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