Un hospital canario emplea una innovadora técnica de contraste radiológico con CO2

Nuestra Señora del Pino se convierte en centro de referencia para este sistema

El hospital Nuestra Señora del Pino, de las Palmas, puso en práctica la pasada semana, por primera vez en Europa, una nueva técnica de angiografía (exploración radio lógica de los vasos sanguíneos), que un dióxido de carbono (CO2) como contraste. La operación se realizó durante el IV Curso de Radiología Vascular Intervencionista que se ha celebrado en la capital gran ca naria. El hospital retransmitió también, en directo, a 200 universidades americanas la realización de una litotricia (destrucción de cálculos en la vesícula) por láser a una paciente de 79 años.

La angiografía a base d...

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El hospital Nuestra Señora del Pino, de las Palmas, puso en práctica la pasada semana, por primera vez en Europa, una nueva técnica de angiografía (exploración radio lógica de los vasos sanguíneos), que un dióxido de carbono (CO2) como contraste. La operación se realizó durante el IV Curso de Radiología Vascular Intervencionista que se ha celebrado en la capital gran ca naria. El hospital retransmitió también, en directo, a 200 universidades americanas la realización de una litotricia (destrucción de cálculos en la vesícula) por láser a una paciente de 79 años.

La angiografía a base de dioxido de carbono (CO2) es una técnica muy reciente y se realiza en la actualidad sólo en Estados Unidos -con unas 1.100 intervenciones hasta el momento-, Canadá y Australia. El hospital del Pino se ha convertido en centro de referencia en Europa para el aprendizaje de estas técnicas.El IV Curso de Radiología Vascular Intervencionista como Alternativa Terapéutica convocó a unos 80 especialistas de todo el mundo. La radiología vascular intervencionista es una cirugía que no necesita bisturí y que se realiza con una aguja, una guía y un catéter, instrumentos que permiten efectuar múltiples tratamientos, como colocar un filtro en la vena cava (por la que regresa la sangre al corazón) para evitar el tromboembolismo pulmonar, o sustituir los tradicionales by-pass por puentes metálicos denominados stents.

Estas técnicas sólo requieren anestesia local, con lo que se reduce considerablemente el tiempo de estancia de los pacientes en los hospitales tras la intervención.

La técnica del CO2, puesta a punto por el científico estadounidense Eamonn P. Hobbs, presente en el congreso canario, sustituye los líquidos de contraste tradicionales por este gas. Actualmente, el CO2 se emplea en patologías vasculares de las extremidades y en los órganos situados debajo del diafragma y se investiga para ampliar su uso a intervenciones de cabeza y corazón. Frente al método tradicional, en el que el líquido de contraste se mezcla con la sangre, en esta nueva técnica, el gas la desplaza. Al ser el CO2 uno de los componentes del aire, ningún paciente es alérgico a él. Su utilización supone un ahorro de unas 15.000 pesetas por intervención respecto al método convencional, según los especialistas.

El hospital Nuestra Señora del Pino realizó 4.375 intervenciones en radiología vascular con intervenciones sin bisturí en 1993, 2.576 para diagnósticos y 1.799 terapéuticas, según explicó Manuel Maynar Moliner, jefe de la unidad de radiología vascular intervencionista, pionero en España en el desarrollo de estas técnicas no invasivas.

Operación en directo

La litotricia laparoscópica por láser, realizada a una paciente de 79 años a quien se le hizo desaparecer un cálculo en el colédoco (la vía biliar principal por donde drena la bilis el hígado) y posteriormente se le extrajo la vesícula biliar, fue seguida en directo a través de la Televisión Educativa Iberoamericana, gracias al satélite Hispasat, por más de 200 centros universitarios americanos.Representantes de seis centros académicos de Costa Rica, Colombia, La Habana y Ciudad de México pudieron hacer preguntas acerca de la operación a través del sistema de videoconferencia.

El satélite Hispasat permitió que éstas y otras intervenciones, que se realizaron durante el encuentro científico pudieran ser seguidas no sólo por las universidades, sino también desde miles de hogares de Latinoamérica.

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