Israelíes y árabes reclaman la mediación de Estados Unidos

Siria y la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), en polos opuestos del proceso de paz en Oriente Próximo, han llegado curiosamente a la misma conclusión: salvo una vigorosa presión norteamericana sobre Israel, el proyecto firmado en Washington el 13 de septiembre puede irse a pique. Incluso los israelíes abogaban ayer por la intervención diplomática de EE UU para frenar el recrudecimiento de la campaña guerrillera en Líbano, desde donde el miércoles se lanzó un cohete Katiushka contra territorio israelí.Las declaraciones del presidente de la OLP, Yasir Arafat, han perdido ...

Siria y la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), en polos opuestos del proceso de paz en Oriente Próximo, han llegado curiosamente a la misma conclusión: salvo una vigorosa presión norteamericana sobre Israel, el proyecto firmado en Washington el 13 de septiembre puede irse a pique. Incluso los israelíes abogaban ayer por la intervención diplomática de EE UU para frenar el recrudecimiento de la campaña guerrillera en Líbano, desde donde el miércoles se lanzó un cohete Katiushka contra territorio israelí.Las declaraciones del presidente de la OLP, Yasir Arafat, han perdido su timbre optimista. "Les pedimos a los norteamericanos que desempeñaran un papel positivo, pero ellos no han intervenido para que lo que se firmó en Washington se materialice", declaró Arafat a The New York Times en Túnez. Idénticas advertencias han partido en los últimos días desde Siria.

En el único ámbito en el que la diplomacia norteamericana parecía activa, a instancias de Israel, era en Líbano, donde el embajador estadounidense entregó al ministerio libanés de Exteriores una carta de Warren Christopher en la que el secretario de Estado norteamericano califica de "inaceptable" la campaña de los proiraníes de Hezbolá contra las tropas israelíes que ocupan una franja meridional.

Ayer, las tropas israelíes mataron a un palestino en Gaza e hirieron a otros cuatro en CisJordania, que protestaban por la muerte, la noche anterior, de Maruan al Sadé, de 19 años. En Ashdod, un albañil palestino mató a ladrillazos a un compañero judío recién emigrado de Rusia.