González dice que CiU dará estabilidad a la legislatura

El jefe del Gobierno pretende comprometer al nacionalismo catalán en la política de Estado

El presidente del Gobierno, Felipe González, aseguró ayer que su apuesta es comprometer al nacionalismo catalán de Convergñcia, i Unió (CiU) en el gobierno de lanación y la política del Estado. González hizo esta afirmación en una rueda de prensa, inédita, posterior al Consejo de Ministros, sólo 24 horas después de entrevistarse en La Moncloa con el presidentede la Generalitat, Jordi Pujol. González aprovechó la estela del paso de Pujol por Madrid para lanzar un mensaje de tranquilidad a la opinión pública. Ofreció esperanza sobre la evolución de la crisis económica y garantías sobre la estabi...

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El presidente del Gobierno, Felipe González, aseguró ayer que su apuesta es comprometer al nacionalismo catalán de Convergñcia, i Unió (CiU) en el gobierno de lanación y la política del Estado. González hizo esta afirmación en una rueda de prensa, inédita, posterior al Consejo de Ministros, sólo 24 horas después de entrevistarse en La Moncloa con el presidentede la Generalitat, Jordi Pujol. González aprovechó la estela del paso de Pujol por Madrid para lanzar un mensaje de tranquilidad a la opinión pública. Ofreció esperanza sobre la evolución de la crisis económica y garantías sobre la estabilidad de su Gobierno. Llegó a afirmar que no había fechas ni condiciones en el apoyo de CiU al Gobierno y apuntó que se extendería a toda la legislatura

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González no quiso quedarse ahí y lanzó una apuesta sobre el compromiso histórico que constituye Ia participación del nacionalismo catalán en las tareas de gobierno. Un González relajado y animoso intentó dar la vuelta a la acusación de los dirigentes de la oposición de que su Gobierno está entregando el Estado al nacionalismo catalán, a cuyo chantaje estaría sometido."Se está intentando proyectar una imagen equívoca del esfuerzo de entendimiento [entre el Gobierno y CiU]. Nuestra apuesta vá más allá de la pura aritmética parlamentaria. Nuestra apuesta es comprometer a CiU en el gobierno de la nación y la política del Estado. Trasciende la política partidista y de estabilidad de este Gobierno", dijo González. Insistió en que su Gabinete "no está chantajeado". "No hay hipotecas, ni chantajes ni presiones".

González calificó su reciente entrevista con Pujol ' de "extremadamente interesante, cordial y muy franca", y reconoció, como había adelantado el presidente de la Generalitat, que habían hablado, sin concreciones, sobre la situación económica, la europea y el desarrollo autonómico.

Estrategia autonómica

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El jefe del Gobierno aprovechó la rueda de prensa para desvelar su estrategia sobre el nuevo impulso autonómico, de la que el jueves habló con Pujol, y en fechas anteriores con Manuel Chaves, Manuel Fraga y Joan Lerma. El alcance de este compromiso del Gobierno suscita preocupación en la oposición.

Reconoció González su voluntad de completar el proceso de traspasos para las comunidades autónomas de vía rápida -País Vasco, Cataluña, Galicia, Andalucía, y las asimiladas, como la Comunidad Valenciana y Navarra- y realizar una reforma -"adelgazamiento" la llama- de la Administración periférica del Estado "para que no haya duplicidad de servicios con los gobiernos autónomos". En esas coordenadas generales situó el nuevo desarrollo autonómico.

En cuanto al procedimiento para traspasar las competencias en esta ronda con las comunidades de vía rápida, se distanció del utilizado con las de vía lenta. Dijo que en esta nueva etapa del desarrollo autonómico que se abre iba a dar preferencia al diálogo con los presidentes de las comunidades autónomas sobre los partidos, para atender mejor a las singularidades de cada estatuto de autonomía.

"No vamos a sustituir el diálogo bilateral por un diálogo de partidos. Vamos a seguir un proceso paralelo con los partidos, porque no son excluyentes". Insistió en atender las singularidades de cada autonomía en el nuevo proceso de desarrollo autonómico. En este sentido, admitió -que algunos de los traspasos que se realicen serán singulares y otros serán comunes. Pero dejó claro su criterio de no atender a las reivindicaciones ideológicas, sino a un proceso de "descentralización del Estado".

González pretendía sobre todo ofrecer garantias de gobernabilidad. Dijo que la colaboración de CiU con el Gobierno no tiene plazos ni condiciones e incluso apuntó que podría alcanzar a toda la legislatura. "Mi posición sobre un Gobierno de coalición no ha variado. No se trata de que estemos viviendo la relación al día a día. Hay una actitud de cooperación en la estabilidad y gobernabilidad que no tiene plazo ni fecha rijas. Se supone que es para una legislatura".

Signos de recuperación

Junto al mensaje de gobernabilidad, Felipe González trató de transmitir algo de esperanza ante lo que calificó el "fundamental objetivo" de su Gobierno: el combate contra el desempleo. Dijo que los indicadores anunciaban que "se está empezando a remontar la crisis", pero advirtió que no iba- a "bajar la guardia". Como ejemplo señaló la subida de la inflación en un punto en enero. También recordó que la incipiente mejoría no bastaba para absorber el desempleo.

Se mantuvo firme en la necesidad de reformar el mercado laboral, una operación que, según resaltó, hacía "por convicción". Reiteró que, en el proceso de tramitación parlamentaría, las enmiendas que se acepten no afectarán a la esencia del proyecto, sino a aspectos técnicos que "sirvan para inejorarlo". González incluyó esta medida dentro de un conjunto de reformas que el Gobierno está llevando adelante de forma coordinada por sectores. En este contexto, situó todos los objetivos programáticos del Gobierno, que, según dijo González, "se están llevando a la práctica incluso con un apoyo parla mentario mayor que nunca".

En una jerarquización de sus objetivos, el jefe del Gobierno destacó como prioridad la lucha contra la crisis económica y situó inmediatamente detrás el impulso democrático y el autonómico. Respecto al impulso democrático, señaló como objetivos ya alcanzados las reformas de los reglamentos del Congreso y Senado, así como la próxima aprobación de un paquete de medidas de reforma de la Justicia.

Expresó, en este sentido, su voluntad de alcanzar los mayores acuerdos posibles con el PP, cuya actitud hacia el Gobierno calificó de ducha escocesa: "A veces se muestran cooperadores y de repente se lanzan a emitir opiniones poco razonables".

[El presidente andaluz, Manuel Chaves, advirtió ayer que no aceptará "privilegios de unas autonomías en detrimento de otras", en referencia a las demandas de Pujo]. El líder del PSC, Raimon Obiols, expresó su satisfacción por la entrevista, que definió como muestra de la voluntad de "asegurar acuerdos estables en la gobernabilidad de España y la profundización del pacto constitucional"].

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