Un general partidario del diálogo presidirá Argelia

El general retirado Liamin Zerual, de 53 años de edad, que puede satisfacer a los sectores ultras deseosos de un hombre fuerte, pero que al mismo tiempo es claro partidario del diálogo con la oposición, fue nombrado ayer nuevo presidente de Argelia y confirmado en su cargo de ministro de Defensa. Con el doble nombramiento, que deja en sus manos el aparato del Estado y el control del Ejército, Zerual se convierte en uno de los presidentes con más poder de la historia de la República magrebí, con atribuciones similares a las de Huari Bumedián y Chadli Benyedid durante una parte de su mandato....

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El general retirado Liamin Zerual, de 53 años de edad, que puede satisfacer a los sectores ultras deseosos de un hombre fuerte, pero que al mismo tiempo es claro partidario del diálogo con la oposición, fue nombrado ayer nuevo presidente de Argelia y confirmado en su cargo de ministro de Defensa. Con el doble nombramiento, que deja en sus manos el aparato del Estado y el control del Ejército, Zerual se convierte en uno de los presidentes con más poder de la historia de la República magrebí, con atribuciones similares a las de Huari Bumedián y Chadli Benyedid durante una parte de su mandato.

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El nombramiento de Zerual fue efectuado por el Alto Consejo de Seguridad, plataforma institucional emanada de la Constitución de 1989 y formada por seis miembros del Gobierno, el jefe del Estado Mayor y el presidente de la República. Pero el mandato de Zerual ha sido asimismo plebiscitado por las principales organizaciones e instituciones del país, que en los últimos días han hecho llegar a los medios de información su apoyo y adhesión al nombramiento.La designación del general Zerual ha sido favorablemente acogida por los sectores ultras, que reivindicaban la intervención directa del Ejército en la vida política de Argelia y solicitaban la presencia de un hombre fuerte al frente de la Administración. Pero, al mismo tiempo, su designación ha provocado cierta esperanza de la oposición democrática y de los islamistas, que ven en él un hombre comprometido con el diálogo y dispuesto a negociar con el Frente Islámico (le Salvación, según se ha demostrado en las últimas semanas y ha declarado en varias ocasiones.

Amplios poderes

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Con Zerual se pone fin a la primera parte del periodo de transición, que ha durado desde enero de 1992 hasta hoy y ha estado caracterizada por la represión policial y militar contra el movimiento integrista, vencedor en las elecciones legislativas de diciembre de 1991. La oposición espera, que durante esta segunda fase de la transición, que durará tres años, Zerual cumpla sus promesas e impulse otra política diferente a la mantenida hasta ahora, permitiendo una salida negociada en la que participen todos los partidos, incluidos los integristas.

Para poder llevar a término estos proyectos de diálogo y reconciliación, Zerual estará dotado con amplias atribuciones, que le permitirán controlar al mismo tiempo la presidencia de la República y el Ejército.

También dirigirá la política exterior, controlará el Gobierno, podrá convocar referendos y decretar el estado de sitio y el de excepción. Así se desprende de la miniconstitución aprobada por la Conferencia Nacional para el Diálogo.

El doble mandato del general Zerual cambia la política decretada en julio de 1990 por Chadli Benyedid, quien decidió retirar de la escena política al Ejército, devolverlo a los cuarteles y crear un Ministerio de Defensa, poniendo al frente del mismo al general Jaled Nezar. Pero la operación resultó un fracaso, ya que, tras la dimisión-cese de Benyedid, el ministro de Defensa se convirtió en el hombre fuerte del régimen y promotor de la política de la seguridad a ultranza. Zerual podrá eludir las polémicas y decisiones contradictorias, fruto de las disensiones internas entre las diferentes instituciones, que han venido caracterizando la marcha de Argelia estos dos últimos años.

Ruptura con el pasado

Según observadores políticos, el nombramiento es además una garantía de ruptura con el viejo sistema y la corrupción generada por el régimen de Chadli Benyedid, ya que el nuevo presidente abandonó el Ejército por disensiones con el anterior jefe del Estado por la manera en que había reprimido la revuelta de octubre de 1988 y procedido a la reestructuración de la cúpula militar. Una vez abandonado el Ejército, en diciembre de 1989, Zerual fue nombrado embajador en Bucarest, pero dimitió un año más tarde.

Zerual ha permanecido durante más de 32 años en el Ejército y ha ostentado el mando de tres regiones militares -Tamanraset, Bechar y Constantina-, así como la dirección de dos escuelas militares, tras haberse formado en academias de Francia y la antigua Unión Soviética. Este largo historial militar le permitirá sin duda a Zerual cohesionar también el Ejército, minado por el debate en el que se encuentra sumergida la sociedad argelina.

El nuevo presidente de la República jurará su cargo esta mañana en el Palacio de Congresos del Club los Pinos, a unos 30 kilómetros de Argel, que ha sido en los últimos años escenario de los más importantes acontecimientos de Argelia, incluida la Cumbre de los Países No Alineados.

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