Dos militares y un tecnócrata

Hasta el último momento, dos generales, defensores de la línea dialogante, y un tecnócrata duro" fuero los más firmes candidatos a la presidencia de República de Argelia tras el fracaso de la Conferencia Nacional para el Diálogo para designar un candidato. El abandono del ex ministro de Exteriores Abdelaziz Buteflika provocó una sensación de vacío de poder. Rachid Benyeles, junto con Liamin Zerual el otro general aspirante a la Jefatura del Estado, dejó de ser número dos de Defensa en 1988, después de la revuelta "popular" de octubre y por la forma en que había actuado el presidente, qu...

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Hasta el último momento, dos generales, defensores de la línea dialogante, y un tecnócrata duro" fuero los más firmes candidatos a la presidencia de República de Argelia tras el fracaso de la Conferencia Nacional para el Diálogo para designar un candidato. El abandono del ex ministro de Exteriores Abdelaziz Buteflika provocó una sensación de vacío de poder. Rachid Benyeles, junto con Liamin Zerual el otro general aspirante a la Jefatura del Estado, dejó de ser número dos de Defensa en 1988, después de la revuelta "popular" de octubre y por la forma en que había actuado el presidente, que en aquella época ostentaba al mismo tiempo el mando del Ejército. Este militar ha roto hace poco menos de dos semanas su habitual silencio para efectuar unas declaraciones a una semanario local en lengua árabe, en las que propugna, como Zerual, una negociación con los islámicos.

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Los planteamientos políticos de Benyeles son mucho más radicales y democráticos que los de Zerual según se desprende de la entrevista, en la que propone como condiciones previas para salir de la crisis "liberar a los presos políticos, y entre ellos los dirigentes del Frente Islámico de Salvación, anular las leyes del estado de excepción y dar la importancia que se debe a los partidos representativos". Las condiciones previas de Benyeles coinciden con las planteadas recientemente por el movimiento integrista.

Salim Saadi, el último de la tema manejada, es un civil, actual núnistro del Interior y puntal del sector erradicador, que propugna la eliminación del integrismo con medidas policiales. Es un tecnócrata, originario, como los otros dos, del Este del país, que ocupó con anterioridad la cartera de Agricultura y Revolución Agraria y la de Industria Pesada, durante el primer Gobierno de Chadli Benyedid.

El discurso de Salim Saadi, pronunciado en la Conferencia Nacional para el Diálogo recientemente celebrada en Argel, es claro y revelador de un sector social siempre dispuesto a negar las motivaciones políticas de los integristas. En opinión de este. candidato, las acciones de violencia están protagonizadas por un "nucleo de fanáticos, apoyados por delincuentes, escapados de la Justicia y elementos antinacionales, que se comportan como si estuvieran en territorio enemigo".

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