Unicef advierte del coste social causado por las reformas en los países del Este

Las medidas económicas emprendidas en los países del Este y centro de Europa tras la caída de los regímenes socialistas han ido dejando una importante masa de pobres y desprotegidos sociales, que desde 1989 no ha cesado de aumentar. En un informe del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), éste pone de relieve que, estas políticas económicas, "no sólo recomendables, sino necesarias", están teniendo un coste político, económico y social mucho más elevado de lo previsto inicialmente, con graves consecuencias para la infancia y los jóvenes.La población ha sido la gran marginada en...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

Las medidas económicas emprendidas en los países del Este y centro de Europa tras la caída de los regímenes socialistas han ido dejando una importante masa de pobres y desprotegidos sociales, que desde 1989 no ha cesado de aumentar. En un informe del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), éste pone de relieve que, estas políticas económicas, "no sólo recomendables, sino necesarias", están teniendo un coste político, económico y social mucho más elevado de lo previsto inicialmente, con graves consecuencias para la infancia y los jóvenes.La población ha sido la gran marginada en las reformas. destinadas a la implantación de una economía de mercado en los antiguos regímenes comunistas, critica la Unicef. Por ello, el director ejecutivo del Fondo, James Grant, que no se opone a las reformas económicas, aboga por la "calidad" de las mismas, en las que "deben incluirse medidas para prevenir las consecuencias sociales, algo que no se ha tenido en cuenta hasta ahora".

Según el informe, Políticas públicas y condiciones sociales, el primero de este tipo que efectúa el Fondo, la propagación de la pobreza, el descenso de la natalidad, el aumento de la mortalidad, la caída de la escolarización y el imparable aumento de la criminalidad, han alcanzado "proporciones alarmantes" en los países del Este. Entre 1989 y 1993, el índice de mortalidad,, que ha afectado mayoritariamente a la población masculina entre 40 y 59 años, ha crecido en un 32% en Rusia, en un 17% en Rumanía y en un 12% en Bulgaria, Albania y Ucrania.

El paro, que afecta principalmente a los jóvenes, ha sido la causa de que también el número de matrimonios haya caído en un 35% o 40% en algunos países y la natalidad se haya reducido. La sombra de las dificultades económicas también se proyecta en muchas patologías, como la ansiedad, la hipertensión, las enfermedades nerviosas y las depresiones, o incluso los suicidios.

En este análisis tampoco hay que olvidarse de "las pobres condiciones, políticas y sociales" de la era socialista, indica el autor del informe, Andrea Cornia.

Archivado En