Los sustitutos de los CFC no son dañinos para la capa de ozono

Las sustancias que están sustituyendo aceleradamente a los clorofluorocarbonos (CFC) y los halones, acusados de provocar la destrucción de la capa de ozono que rodea la Tierra, no son peligrosas para el ozono, según uno de los primeros estudios sistemáticos sobre sus efectos, realizado en Estados Unidos. Algunos compuestos de estas sustancias, los hidrofluorocarbonos (HFC), contienen unas moléculas, formadas por tres átomos de flúor y uno de carbono, de las que se sospechaba que podrían reaccionar con el ozono estratosférico y provocar su destrucción. Las otras sustancias utilizadas como susti...

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Las sustancias que están sustituyendo aceleradamente a los clorofluorocarbonos (CFC) y los halones, acusados de provocar la destrucción de la capa de ozono que rodea la Tierra, no son peligrosas para el ozono, según uno de los primeros estudios sistemáticos sobre sus efectos, realizado en Estados Unidos. Algunos compuestos de estas sustancias, los hidrofluorocarbonos (HFC), contienen unas moléculas, formadas por tres átomos de flúor y uno de carbono, de las que se sospechaba que podrían reaccionar con el ozono estratosférico y provocar su destrucción. Las otras sustancias utilizadas como sustitutos, los hidroclorofluorocarbonos (HCFC), tienen una vida corta que las hace mucho menos dañinas para el ozono.El estudio sobre los HCF publicado en la revista Science encuentra que la capacidad potencial de destruir ozono de estos compuestos es muy pequeña. Sus autores son científicos de la National Oceanic and Atmospheric Administration (NOAA), liderados por A. R. Ravishankara.

Han realizado experimentos y modelos sobre el comportamiento de las moléculas de flúor y carbono y sus reacciones con el oxígeno (el ozono está formado por tres átomos de oxígeno), y han encontrado que, en las condiciones teóricas en diversas altitudes de la estratosfera, estas reacciones son despreciables. El estudio es, sin embargo, sólo una aproximación a la complicada química de la estratosfera terrestre y no comprende todas las posibles situaciones.

La utilización de clorofluorocarbonos dejará de estar permitida a partir de 1995 en Estados Unidos y en Europa, los mayores consumidores de estos compuestos, utilizados en aparatos de refrigeración, aislantes y otras aplicaciones. El protocolo de Montreal prevé su abandono total para un año más tarde en el resto de los países que lo han firmado.

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