Los polacos son los más religiosos y los checos los menos en Europa oriental

Los polacos son el pueblo más religioso de todos los que vivieron bajo la dominación de los regímenes comunistas y los checos y los búlgaros los que más se alejaron de sus iglesias, asegura un informe publicado por el diario católico polaco Slowo.Los sociólogos que elaboraron el informe ponen de relieve que la religión católica, a la que pertenecen mayoritariamente los polacos, eslovacos y húngaros, ha demostrado tener una vitalidad mucho mayor que la protestante, predominantemente entre los checos, y la ortodoxa, mayoritaria entre los búlgaros.

Según los sociólogos, el índice de...

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Los polacos son el pueblo más religioso de todos los que vivieron bajo la dominación de los regímenes comunistas y los checos y los búlgaros los que más se alejaron de sus iglesias, asegura un informe publicado por el diario católico polaco Slowo.Los sociólogos que elaboraron el informe ponen de relieve que la religión católica, a la que pertenecen mayoritariamente los polacos, eslovacos y húngaros, ha demostrado tener una vitalidad mucho mayor que la protestante, predominantemente entre los checos, y la ortodoxa, mayoritaria entre los búlgaros.

Según los sociólogos, el índice de participación de un 54% confirma el singular apego de los polacos a la Iglesia y pueden ser comparados en Europa del Este solamente con los eslovacos, que participan sistemáticamente en las ceremonias religiosas en un 32%.

Los húngaros lo hacen apenas en un 14%, pero pese a ello demuestran ser mucho más religiosos que los checos, que lo hacen solo en un 8%, y que los búlgaros, de los que únicamente el 5% acude asiduamente al templo.

Los sociólogos investigaron asimismo en qué medida los pueblos estudiados creen en la existencia de Dios. El 95% de los polacos, el 64% de los eslovacos y el 58% de los húngaros, las tres naciones católicas, lo consideran incuestionable.

La iglesia ortodoxa ha conseguido mantener esa creeencia solamente en el 36% de los búlgaros y la protestante en el 30% de los checos.

La existencia del infierno despierta dudas incluso entre las naciones más religiosas, ya que en Polonia cree en él solamente el 35% de los fieles, en Eslovaquia el 27% y en Hungría el 15%.

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