Contra la disgregación de España

Felipe González dice que está "preparado" para afrontar el debate de la autodeterminación de los pueblos si así lo quieren los nacionalistas, y simplemente recurrirá a la Constitución. En declaraciones al programa Las mañanas de Radio 1, de RNE, fue tajante: "Con la fuerza política que yo represento, con el PSOE, no se podrá contar para disgregar España, así que no va a haber cambio constitucional para la disgregación de un país que tiene casi 500 años". González tachó de "estupidez" la concomitancia que el PNV ve entre el País Vasco y el Ulster, y les pidió que no mezclaran al Ejército...

Felipe González dice que está "preparado" para afrontar el debate de la autodeterminación de los pueblos si así lo quieren los nacionalistas, y simplemente recurrirá a la Constitución. En declaraciones al programa Las mañanas de Radio 1, de RNE, fue tajante: "Con la fuerza política que yo represento, con el PSOE, no se podrá contar para disgregar España, así que no va a haber cambio constitucional para la disgregación de un país que tiene casi 500 años". González tachó de "estupidez" la concomitancia que el PNV ve entre el País Vasco y el Ulster, y les pidió que no mezclaran al Ejército en estas cuestiones, como han hecho al afirmar que las Fuerzas Armadas constituyen un impedimento para las aspiraciones nacionalistas. Pero no todo fue desabrido en sus referencias a PNV y a CiU, sino que tuvo palabras amables para estos partidos, sobre todo para los catalanes. El presidente sacó la cara por ellos al negar que su apoyo parlamentario lo es "a cambio de algo" asegurando que no aceptaría trueques ni nada por el estilo.A pesar de estos apoyos, en los Presupuestos Generales del Estado y en breve en la reforma laboral, González dice que no tiene "la sensación de fondo" de que esté gobernando en coalición, aunque la oferta a los nacionalistas para que entren en su Gobierno, aunque no la va a reiterar "todos los días" sigue sobre la mesa de vascos y catalanes.

El líder socialista tuvo palabras críticas con el PP, pero trató con deferencia a su presidente, José María Aznar. En cambio, para el líder de Izquierda Unida, Julio Anguita, no hubo concesiones y empezó por situarle en posiciones "paleocomunistas" en respuesta a la carta de hace, unos días en la que Anguita situaba a González al frente de los reaccionarios europeos.