Atutxa dice que 'Egin' compró informes sobre 8.000 empresas y particulares, y pasó datos a ETA para atentados

Juan María Atutxa, consejero de Interior del Gobierno vasco, sostiene que parte de la abundante información empresarial comprada por Egin en los últimos años fue utilizada, por ETA para preparar y cometer atentados, y cobrar la extorsión económica. Entre 1990 y el primer semestre de este año, el diario próximo a Herri Batasuna y ETA adquirió por 24 millones de pesetas 75.227 fichas sobre la situación económica de unas 8.000 empresas y particulares. Entre las sociedades investigadas por el rotativo figuran empresas vinculadas a las obras de la autovía de Leizarán que fueron objeto de atentados ...

Juan María Atutxa, consejero de Interior del Gobierno vasco, sostiene que parte de la abundante información empresarial comprada por Egin en los últimos años fue utilizada, por ETA para preparar y cometer atentados, y cobrar la extorsión económica. Entre 1990 y el primer semestre de este año, el diario próximo a Herri Batasuna y ETA adquirió por 24 millones de pesetas 75.227 fichas sobre la situación económica de unas 8.000 empresas y particulares. Entre las sociedades investigadas por el rotativo figuran empresas vinculadas a las obras de la autovía de Leizarán que fueron objeto de atentados terroristas. Atutxa apuntó ayer la existencia de una "conexión" entre la "banda mafiosa [ETA], Egin y los activistas que finalmente ponen las bombas y asesinan". Además sugirió que el rotativo se beneficia del dinero que obtienen los terroristas. Atutxa considera que se ha desenmascarado el trasvase informativo hacia ETA.

El consejero vasco comentó que Egin "destina fondos millonarios para la obtención de información" que no utiliza en el medio de comunicación, convirtiéndose en "socio o copartícipe" del recaudador de ETA. Es decir, según Atutxa, Egin invierte dinero y espera obtener "un reparto de dividendos que a la postre sea beneficioso". Añadió que la actuación de Orain, SA -editora del diario-, podría caracterizarse como unos hechos delictivos "por presunta colaboración con banda armada".Atutxa presentó en conferencia de prensa los primeros resultados de los registros efectuados por la Ertzaintza la noche anterior en las sedes de Egin en Hernani (Guipúzcoa) y en Bilbao. Aunque la documentación ha sido trasladada a Madrid para su investigación por el juez Carlos Bueren, Atutxa detalló las relaciones que desde 1990 tienen Orain e Información Técnica de Créditos, SA (Incresa), vendedora de miles de informes a Egin.

En octubre de ese año, Orain firmó un contrato por más de seis millones por el que Incresa facilitó a Egin unos 10.000 boletines informativos sobre empresas y personas. En 1991 y 1992, la cifra pasó a 20.000 unidades anuales, y sólo en el primer semestre de este año los boletines de información utilizados por Orain, SA, ascienden a 25.227, con un precio superior a los ocho millones. Esto supone que, entre 1992 y el primer semestre de este año, Egin ha recabado datos de unas 5.000 sociedades y personas. Atutxa comparó este volumen con los informes recabados por "todas la cajas de ahorro vascas durante este año, que son unos 600"

El consejero relacionó este incremento de solicitudes de Orain con la imposibilidad de ETA de , "obtener información directamente" debido a las operaciones antiterroristas. Cada unidad de información vendida por Incresa -75.227 en total, según la narración de Atutxa- costaba 320 pesetas, y en ellas se incluían datos financieros de la sociedad o de la persona, así como direcciones, capital social y participaciones.

Atutxa interpretó que toda esa documentación era utilizada para "otros menesteres que no tienen relación con el equipo de investigación". Para sustentarlo mostró a los periodistas informes comprados por Egin junto a copias de los mismos incautadas al responsable de la red de cobro del impuesto revolucionario, Carlos Almorza, detenido en París.

El director de la Ertzaintza, José Manuel Martiarena, cifró en al menos 17 los documentos que tenía Almorza coincidentes con los de Egin. Lo que no está demostrado con pruebas incriminatorias, aunque Atutxa se mostró convencido de ello, e que los documentos fueran enviados por Egin a ETA.