Guinea suspende el vuelo de Iberia

En un clima de confusión, las autoridades guineanas decretaron ayer la suspensión del vuelo semanal de Iberia a Malabo del próximo sábado, no emitieron la autorización para el habitual vuelo de enlace con Camerún de uno de los aviocares de la cooperación española y anunciaron la expulsión de un periodista del diario El Mundo. El lote de incidentes coincide con el malestar de las autoridades guineanas ante una ola de protestas diplomáticas por la falta de transparencia de los comicios del próximo domingo.

El vuelo de Iberia a Malabo del próximo sábado había recibido una autorización espe...

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En un clima de confusión, las autoridades guineanas decretaron ayer la suspensión del vuelo semanal de Iberia a Malabo del próximo sábado, no emitieron la autorización para el habitual vuelo de enlace con Camerún de uno de los aviocares de la cooperación española y anunciaron la expulsión de un periodista del diario El Mundo. El lote de incidentes coincide con el malestar de las autoridades guineanas ante una ola de protestas diplomáticas por la falta de transparencia de los comicios del próximo domingo.

El vuelo de Iberia a Malabo del próximo sábado había recibido una autorización especial de las autoridades guineanas ante el eventual cierre del espacio aéreo que han sido anunciado como medida de seguridad por la celebración, el domingo, de las elecciones legislativas.El cierre del espacio aéreo, que oficialmente todavía no tiene fecha de entrada en vigor, fue el pretexto que las autoridades guineanas barajaban ayer para no autorizar el vuelo de hoy de uno de los aviocares de la cooperación española a Duala, la capital camerunesa. Sin embargo, Malabo no había ayer aplicado el mismo principio para un vuelo regular entre Duala y la capital guineana.

Para rematar los sinsabores de la diplomacia española, las autoridades guineanas culminaron el día con el decreto de expulsión del enviado especial de El Mundo, Santiago Aroca, para las elecciones. El reportero, que ya había sido expulsado de Guinea en una visita anterior, había entrado en el país con el visado requerido por las autoridades de Malabo. Sin embargo, según explicó un alto representante del Gobierno de Teodoro Obiang, "la orden de expulsión sigue vigente" y el permiso concedido a Aroca por la Embajada se debió a un "error" de la seguridad y, especialmente, a la falta de experiencia del nuevo encargado de negocios en España.

Según diversas fuentes, este nuevo arrebato antiespañol del régimen de Obiang coincide con el malestar creado por las protestas presentadas por diversas embajadas en Malabo -España, Francia, EE UU, ONU, CE y Nigeria- por medio de una nota verbal y luego a través de una gestión personal de los representantes diplomáticos -excepto el norteamericano- ante el desarrollo de la campana electoral. El embajador de EE UU, John Bennet, que ha denunciado en varias ocasiones las violaciones de los derechos humanos en Guinea, no fue recibido por las autoridades por ser considerado "un interlocutor no válido".

Los comicios del domingo culminan, según la versión oficial, un proceso de apertura democrática. Sin embargo, la falta de garantías jurídicas y de transparencia denunciada por la ONU y diversas embajadas. Según fuentes de la oposición guineana, Obiang acusa a España de ser el cabecilla de la ola de condenas diplomáticas y, sobre todo, de haber tramado la novedosa adhesión de Nigeria.

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