Un bar cada tantos metros

"Antes se iba al cine al parque de atracciones o a la discoteca, pero ahora se queda a las siete en un bar y así hasta las seis de la mañana. Enganchado a la barra y al vaso", dice José Luis Arjona, uno de los ex bebedores más jóvenes que tiene la asociación Alcohólicos en Abstinencia, de Leganés (172.951 habitantes). "Por eso es mejor que el bar siguiente, para llegar antes, esté a 50 me tros que a 500. El grupo de José Luis ha propuesto hace unos días que con los bares se haga como con las farmacias: uno cada tantos metros. Y ello por que tres de cada 10 alcohólicos que se pasan por la asoci...

"Antes se iba al cine al parque de atracciones o a la discoteca, pero ahora se queda a las siete en un bar y así hasta las seis de la mañana. Enganchado a la barra y al vaso", dice José Luis Arjona, uno de los ex bebedores más jóvenes que tiene la asociación Alcohólicos en Abstinencia, de Leganés (172.951 habitantes). "Por eso es mejor que el bar siguiente, para llegar antes, esté a 50 me tros que a 500. El grupo de José Luis ha propuesto hace unos días que con los bares se haga como con las farmacias: uno cada tantos metros. Y ello por que tres de cada 10 alcohólicos que se pasan por la asociación son menores de 25 años.Fuentes municipales consideran, no obstante, poco viable la petición. Aseguran que limitar las licencias sería prácticamente imposible si se aplican criterios de libertad de empresa. Las áreas en las que abundan este tipo de bares en Leganés, como la zona, de la calle de San Nicasio, la avenida de Fuenlabrada y el casco antiguo, no son consideradas de alto riesgo.

En la última operación policial, realizada a finales de octubre, la policía no descubrió venta generalizada de alcohol a menores, y sólo se levantó un acta en uno de los locales.

Los enfermos más jóvenes de la asociación destacan que el alcoholismo es concebido como un problema de "viejos". Julio, en cambio, sólo tiene 22 años, y hace uno que está en tratamiento. Comenzó a beber a los 16 y pronto pasé de la cerveza a los cubatas. Antes de quedar con sus amigos, los fines de semana ya se había metido en el cuerpo siete u ocho combinados. Después seguía con minis (vasos de cerveza de medio litro de contenido).

Juan Carlos Ruiz empezó a beber fuerte en la mili. Es hijo de alcohólico y cuenta que en sus años de borracheras pasó un calvario de conflictos laborales, familiares y conyugales. Ahora, a los 30, con un año en el dique seco, se siente "un hombre feliz".

Juan Mora, secretario de la asociación, asegura que, si se empieza a beber a los 14, a los 20 se puede ser alcohólico.