Tribuna

Brillo y tensión

He tenido la inmensa fortuna de conocer no sólo el brillo del científico, sino la tensión intelectual del personaje humano, su aventura -llena de imaginación y de coraje- intentando hallar en sí mismo las respuestas que no le había escatimado la naturaleza.En sus trabajos de investigación no había concesión alguna a la galería o a los temas de moda. Sólo el rigor científico. "El buen pintor no es el que pinta lo que vende sino el que vende lo que pinta". Don Severo Ochoa aplicaba esta máxima inexorablemente.

En la frontera del conocimiento, junto a los grandes del progreso de la ciencia...

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He tenido la inmensa fortuna de conocer no sólo el brillo del científico, sino la tensión intelectual del personaje humano, su aventura -llena de imaginación y de coraje- intentando hallar en sí mismo las respuestas que no le había escatimado la naturaleza.En sus trabajos de investigación no había concesión alguna a la galería o a los temas de moda. Sólo el rigor científico. "El buen pintor no es el que pinta lo que vende sino el que vende lo que pinta". Don Severo Ochoa aplicaba esta máxima inexorablemente.

En la frontera del conocimiento, junto a los grandes del progreso de la ciencia, transcurrió la vida de este gran ciudadano del mundo, nacido en Luarca, Asturias.

Hizo mucho por la ciencia española. Toda promoción de la investigación científica recibía su cálido apoyo. El Centro de Biología Molecular Severo Ochoa, que tuve el honor de dirigir desde su creación, en 1975, no hubiera podido despegar sin su ayuda e inspiración.

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También en la Fundación Ramón Areces, la presidencia de cuyo Consejo Científico ocupaba, he tenido ocasión de admirar la lucidez de, su razonamiento científico en el ocaso de su vida, y su inalterable compromiso en favor de la ciencia.

Recuerdo hoy con emoción a doña Carmen y a don Severo. España ha perdido uno de sus ciudadanos más universales de todos los tiempos. Pero a nosotros nos queda la estela de su ejemplo, la inspiración de su obra gigantesca.

Federico Mayor Zaragoza es director de la Unesco.

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